lunes, 12 de mayo de 2025

120525

 
Tres manifestaciones en Madrid este último fin de semana (alguna más, pero centrémonos en ellas). Un buen mapa del clima político de la capital del Reino -y, no exactamente, de otras zonas del mismo-.

- Una, mayoritaria de derecha a la española (PP) y extrema derecha (Vox). Pese a que los grandes partidos, PP y Vox, se echaron a un lado en la convocatoria - probablemente si hubiesen convocado y organizado directamente la manifestación, habría ido más gente- la afluencia es potente, unas cuarenta mil personas que vienen a confirmar lo que ya dicen las elecciones recientes, que la mayor parte de la población de Madrid es de derechas y cada vez más derechista. Poco joven.

- Una manifestación alternativa, abiertamente en contra del establishment político, que no puede tildarse de escasamente afluida. Más o menos, la mitad de la anterior, contando con el silencio de prácticamente todos los medios. Una manifestación que si, seamos pesimistas, no marca un futuro político, sí ostenta un anclaje moral: rechazo radical del genocidio sionista sobre el pueblo palestino y de la connivencia activa de la UE, incluída España, con la terrible masacre. Y, de paso, un toque de atención acusadora del inmenso tartufismo europeo que postula una especie de absurdo keynesianismo de guerra sin guerra, de rearme que se avergüenza de su nombre. Mucho joven.

- Una concentración de poco más de mil personas que, curiosamente representan lo que aun hoy en día es la política mainstream, la de la UE y el gobierno español. El ridículo soporte de un mundo que se acaba, hundido en y por su propia estupidez y putrefacción. Creo que apareció bastante gente en la tribuna y hubo diversas consignas, patéticos unas y otras, pretendiendo defender un mundo y unos valores que, si siempre fueron falsos, ahora muestran su estrepitoso naufragio. Podrían haber empezado clamando 'Viva PRISA' y, a continuación, disolverse por los baretos del Centro. Ningún joven, si exceptuamos al inmigrante que vende cervezas.