He estado leyendo un buen artículo (para ser del universo ideológico de la Vanguardia) de Lluis Uría, en que relata los últimos reveses del canciller alemán Merz en su empeño de dinamizar la UE -siempre adaptada a los intereses de USA y los caprichos de Trump; eso no se toca-, poniéndose al frente de ella, en muy estrecha alianza con von der Leyen, tal para cual; y colocando en primer lugar la remilitarización de Alemania. En el siglo pasado eso habría sido peligroso, ahora es patético,
Pero no es de esto, que tiene mucha tela, de lo que quiero hablar, Uría cita, entre otros reveses y desplantes a Merz por parte de sus socios europeos, como el plan de éste para utilizar los fondos financieros rusos, retenidos en Euroclear, una sociedad privada de gestión y custodia de valores con sede en Bélgica, Merz era usarlos directamente o, al menos, como garantía de un préstamo para financiar a Ucrania. Sólo apuntaré que las medidas propuestas por Merz suponen uno de los mayores atentados a la esencia de capitalismo -la propiedad es sagrada y los pactos se cumplen - desde la revolución rusa, o así. Cosas veredes.
No fue precisamente por preservar los derechos del Capital, sino poir temor a represalias rusas que el gobierno belga se acojonó. Las cosas estaba tan claras -de nuevo, el rey desnudo- que, excepto Alemania y los países paranoicamente rusófobos – los bálticos, Polonia, Finlandia- todo el mundo se opuso. Me refiero a Estados con una política internacional mínimamente estratégica, por muy funesta que me parezca. Es decir, no hablo de la España gobernada por el señor Xanxe.
Finalmente, se tomo una resolución, humillante para Merz, por todo lo que había trabajado en ella y por las presiones que había llevado a cabo antes de la reunión del 19D. Lo resumo.
El plan inicial, en el que todos los miembros de la UE, quizá excluyendo a Orban, era enviar a Ucrania una copiosa ayuda económica, siguiendo reverencialmente el diktat de Trump, “si Europa quiere seguir con la guerra de Ucrania, que la pague”. Desde esa posición común, Merz propuso su plan. Se trataba de obtener el dinero para la ayuda de los citados fondos rusos, lo que repito, me pongo el gorro de Hayek y me parece superescandaloso. Tras, se supone, ardorosas diatribas, se llegó a un consenso un tanto vergonzante (sobre todo para Merz y von der Layen). En primer lugar, se ‘prestarán’ -en realidad es una especie de regalo- al gobierno ucraniano 90.000 millones de euros, menos de los que pretendía Merz, que contaba con unos fondos rusos en torno a 200.000 millones para tirar de ahí. Para ello la UE se endeuda con el sector privado por esa cantidad (con sus intereses, claro) y, a continuación la traspasa a Ucrania bajo la forma de un curioso empréstito sin interés y a amortizar vaya usted a saber cuándo; bueno, sí, cuando Ucrania gane la guerra, y Rusia cargue con la reparación de los daños causados.
Escrito esto, se me ocurrió otra cosa, consultar a la IA. Lo hice con el chatgpt de OpenIA, y con el Deepseek chino. En primer lugar, he de decir que la IA china, en general más que aceptable, me estuvo volviendo loco hasta que vi que sólo maneja datos que lleguen a fines del 2024. En cambio, la IA de Altman los tiene al día (como Gémini o Copilot, paso de la grok de Musk).
Le envíé a chatgpt unas conclusiones similares a las arriba expuestas para que me cuente si le parecen correctas y me devuelve un chorro de texto según el cual casi todo lo que le digo es erróneo. Como no da apenas ningún dato que me contradiga y casi todas las discrepancias son formales, utilizando con frecuencia el lenguaje autolegitimador que emplea la UE, le envío un nuevo mensaje, que reza:
Por lo que veo, tus objeciones son formales y lingüisticas, lo que me hace pensar que tienes cierto sesgo hacia la legitimación de prácticas de la UE. En cualquier caso, muchas gracias, me has confirmado mis análisis.
Y, entonces, replica:
Gracias por compartir tu impresión. Es totalmente válido interpretar que mis matices son formales; de hecho, lo que intentaba era diferenciar entre:
• cómo se describe jurídicamente el mecanismo, y
• cómo funciona en la práctica económica y política,
que en este caso está muy cerca de lo que comentabas inicialmente: la UE se endeuda en mercados privados para financiar a Ucrania, asume intereses y Ucrania, en la práctica, no tiene un horizonte de devolución realista salvo hipot éticas reparaciones rusas.
para concluir:
Mi intención no es legitimar ni criticar la medida, sino aportar precisión en los términos que usan las instituciones para definirla y evitar confusiones sobre si se trata de deuda, subvención o condonación.
Es decir, chatgpt ratifica mi análisis, pero sólo cuando le aprieto las tuercas. Si me hubiera quedado con la primera respuesta habría podido pensar que estoy muy equivocado y poner en duda varias certezas. Creo que, si el colapso climático y energético no lo remedian, la IA va a condicionar, para mal, me temo, dadas las relaciones de fuerzas, el futuro de la humanidad. Aprovechemos que está en sus inicios y confiemos en que no es imposible una disrupción tipo hacker. Usemos la IA, pero con mucho cuidado, no nos gato por liebre, que hoy por hoy los humanos con orejas -y que frecuentan Silicon Valley- aún están muy próximos al producto final.