martes, 30 de septiembre de 2025

 

Toda capitulación implica la paz entre los contendientes. Claro. No creo  que Hamás firme el, ridículo en sí, 'plan de paz' de Trump. Un plan de paz que implica la disolución de la única fuerza organizada que se opone al colonialismo genocida de Israel, y, a medio plazo, la culminación de la limpieza étnica llevada a cabo por el Estado sionista. Todo ello con el mando a distancia en manos de Trump (o, al menos, eso es lo que él cree). Si Hamas lo rechaza, Netanyahu se sentirá con entera libertad para masacrar lo que queda de Gaza y sus pobladores. Es posible que tal coyuntura sea un punto de inflexión y conduzca a la movilización de los pueblos del norte y del sur global. Quizá,

Nota: Cuando hablo de pueblos no incluyo a las partes de las poblaciones constituidas por miembos de las clases dominances ni a los vasallos del poder hegemónico. Quedamos bastantes para constituir pueblo.


Planteando cínicamente la situación, o sea tal como la plantean nuestros insoslayablemente psicópatas políticos políticos profesioales, el 'plan de paz' es el escudo que Trump emplea para permitir sin ambages a los sionistas cumplir su onjetivo final: seguir asesinando  a palestinos hasta que los que queden vivos se exilen a cualquier otro lugar. "Ah, ahora protestan, pues que hubiesen aceptado el plan de paz'. La única y mínima satisfaccion es verle el culo, una vez más, a Pedro Sanchez, el gran adalid de ocidente en la defensa del pueblo palestino, quien se ha apresurado a aplaudir (y acatar, of course) el plan de su jefe.


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