martes, 8 de abril de 2025

 

080425


La UE ha ofrecido a Estados Unidos un plan arancelario “cero por cero”, dijo el lunes la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. Qué graciosos los burócratas de la UE, quieren reeditar el ttip, abortado precisamente por Trump en su primer mandato, y lo más que pueden conseguir es un nuevo tratado de ‘libre comercio’ totalmente leonino en beneficio de USA. Lo que sí parece claro -y no digo que me parezca mal, podría ser el principio del fin- es que la EU no va a iniciar una guerra arancelaria con USA. Muchas son la inercias y los chantajes. 

En este entorno, me parece totalmente loca la amenaza de Trump de añadir un 50% a los aranceles que ya tiene con China. Desafío total, como la peli. Supongo, con amplias dudas, que será un farol (más).




domingo, 6 de abril de 2025


060425


A corto y medio plazo -luego, nos moriremos, que decía Keynes- no veo, busque por donde busque, y por vueltas que le dé, more Varoufakis, a la compleja temática del valor del dólar, y de su mantenimiento como divisa mundial ultrahegemónica, que la política tarifaria de Trump no sea, en el ámbito económico, un tiro en el pie. Además de algo forzada en su 'justificación', porque Trump siempre habla de déficit comercial y nunca del déficit de bienes y servicios. Y hay gente, dentro del MAGA original, si no en hacerse, con Trump, en sustituir la influencia actual de los muchimillonarios: los techno bros, el complejo industrial militar, las multinacionales de la energía fósil y, con reservas, Wall Street. Tarea, creo, imposible, pero que puede acabar con Trump.

Por ello creo que las medidas tarifarias son un elemento táctico, un instrumento si se prefiere, en el contexto de la geoestrategia trumpiana, donde, sí, ha hecho estallar la anterior política internacional neocons. Hablamos, pues, de poder. Trump pretende, no sé si a corto o medio plazo, porque es un tipo muy impaciente y se cree todopoderoso, un esquema bipolarc con USA a un lado, China a otro y Rusia neutral (si no puede, incluso, atraerla a la fracción de USA con un estatuto especial). Si llegara a conseguir ese escenario, Trump o sus sucesores entrarían ya en una visión básicamente bélica. Un posible Armaggedon con China, muy favorabe a USA.

¿Cuál es, entonces, la función de las tarifas? Emplearlas como un arma, entre otras, en una nueva situación internacional donde, en el espacio hegemonizado por USA, se acaban los tratados multinacionales de libre comercio, esté o no ahora USA como miembro. La idea trumpiana es establecer un tipo de colonialismo a la inglesa, en el que USA establece unas relaciones económicas, y políticas, con cada país, sin que entre esos países haya una relación directa, sólo indirecta pasando por USA. Aunque no le copié la idea a, de nuevo, Varoufakis, sí le copio la imagen metafórica: la rueda de una bicicleta sin llantas, donde USA es el buje y cada Estado, un radio. Por supuesto, sobra la UE; tiempo al tiempo para que USA negocie directamente con Alemania, Francia, Italia, etc. No creo ni que se conserve ese término tan hipócrita y neocons de ‘socios’. Habrá que buscar un bonito eufemismo para ‘colonias’.

En todo caso, esto es lo que, me parece, persigue Trump. Otra cosa muy distinta es cómo le salga, lo que hagan los diferentes Estados y, en especial, China. Una guerra comercial con China, y más si ésta se hace con los BRICs (incluso, con parte de Europa) sería suicida para la economía de USA. Lo que nos conduciría a un nuevo problema, que a Trump, si se mantiene, apenas le quedaría otro ‘argumento’ que el militar.


martes, 1 de abril de 2025



010125


Parece que en la glorieuse France ha tenido lugar un acto de ‘antifascismo judicial’, dando por sentado que la sentencia del Tribunal Correccional de Paris se ajusta a Derecho; no es ese el problema. A diferencia de USA donde un tipo multidelincuente ha llegado a la Presidencia. Y de España, donde, al reves que en Francia, hay un ‘fascismo judicial’, implicado en la sagrada unidad de la patria cuando brega con secesionismos y alineado con el PP en el entorno interior. No dudo que Le Pen haya cometido el delito de malversación por el que es condenada, pero me consta que ese mismo delito de halla generalizado en todo el arco del Parlamento europeo.

Voy a ser un poco drástico, en mi opinión, el antifascismo que surgió principalmente tras la IIGM, y que tenía sus orígenes en los frentes populares, tenía más interés en impedir una revolución social que en detener a un fascismo derrotado bélicamente. Mire usted, es una de las pocas cosas que me quedan del trotskysmo de mi juventud, cuando defendíamos que el antifascismo/antifranquismo era, y solo podía ser, un subproducto de la revolución socialista. Luego vini la Sagrada Transición. Las ‘lineas rojas’ establecidas con una derecha cada vez más iliberal, en lo político (yo creo que también en lo económico, pero ese es otro asunto), ya se ha visto, se ve y se verá lo que dan de sí.

El victimismo de la extrema derecha va a ser sonado, y no creo que mejore la posición de Macrón. Por otro lado, Marine Le Pen es un activo importante de RN y Bardella parece aún demasiado inexperto. Para RN es un buen palo. Veremos como reaccionan unos y otros.

        
                                            *******************************


Adjunto un interesante artículo, publicado en CTXT de Thomas Palley, prestigioso economista postkeynesiano. Concuerdo en su crítica a las ‘argumentaciones’ de la UE sobre la amenaza rusa, aunque me parece que pierde el tiempo refutándolas con rigor y aportando datos históricos, muy interesantes, por otro lado; en realidad, son tan ridículas que se caen por su propio peso. Asimismo, la lucidez en señalar que en el conflicto ucraniano hay un win-lose, Rusia, dos perdedores, uno enorme, Ucrania, y otro considerable, Europa, y un gran ganador, USA. No en vano ha sido ésta, primero los neocons y ahora Trump, quien ha movido a su antojo las piezas del tablero. Discrepo ligeramente en su valoración del keynesianismo militar, pero a esta temática le dedicaré uno o varios posts específicos.