Las tribulaciones de un postrosko en postroskilandia (digresión 1)
El 22 de diciembre, día de la lotería, se hicieron públicos los resultados de la consulta de Podemos a sus ‘bases’ acerca de el sistema de votación para elegir el consejo ciudadano y si se votaban conjuntamente o por separado los documentos y la dirección. El resultado ha sido muy justo entre pablistas y errejonistas y deja al margen de la tostada a los anticapitalistas, que tendrán que hacerse fuertes en Andalucía y jugar un famélico papel de bisagra. Pero antes de analizar estos resultados, veamos qué es lo que estaba en juego, nominal y realmente.
Los medios, con PRISA a la cabeza y sacando varios palmos a los demás, han olido la sangre y entrado a degüello. Es curioso constatar la toma de partido tan descarada del periodismo patrio, que casi nos retrotrae a tiempos del plan ZEN en Euskadi, con la demonización de Iglesias y los suyos y Errejón convertido en el personaje a enaltecer, bien que se les note la repugnancia a esto último. Algunos sostienen que si tus enemigos te atacan, es que lo estás haciendo bien, y, si te defienden, algo haces mal. Particularmente, no soy partidario de conferirle al enemigo una inteligencia tan superior a la propia que guíe, a contrario, tus pasos, lo que no significa que desprecie sin más su opinión. En este caso el odio de clase – de clase política, de casta oligárquica – del franquismo reformado hacia Iglesias indica que algo tiene ‘el coletas’ que les hace daño, algo que temen; como corresponde: el odio de los miserables siempre tiene detrás miedo y culpa.
Errejón lo sabe, chico listo, y por eso, en ese lenguaje metafórico moñas que gastan estos mendas, basa su posición táctica en eslóganes del tipo “faltan muchos” o “tenemos que seducir y no asustar”. En lugar de luchar radicalmente contra el sentido común dominante – de lo que habla mucho Gramsci y muy poco Laclau –, adaptarse a él para que ‘la mayoría’ deje de temernos y nos dé su voto. Vas por ahí, y cuando te quieres dar cuenta de las consecuencias eres Subsecretario de Estado de Asuntos Varios en un gobierno de amplio espectro y coqueteas con tus subordinadas (ellas están encantadas porque yo no soy machista y las respeto; aquella que me demandó por acoso lo hizo por venganza y celos, al no darla el cargo que esperaba).
No me adelanto más. Éste es tan sólo un post de alivio originado por la urgencia del tanto del Logroñes. Si estos muchachos de Podemos me dejan, seguiré intentando analizar su situación y, en general, la del campo político de impugnación (sincera) del sistema; eso antes conocido como ‘izquierda’. Espero que no se convierta – sé que es ya un tópico, pero no puedo dejar de emplear una expresión retóricamente genial, lo mejor de una novela fascinante – en la crónica de una muerte anunciada.
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