martes, 31 de diciembre de 2024

 

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Teniendo en cuenta lo bajo que está el listón, digamos que el 2024 ha sido un buen año porque hemos sobrevivido, los que aún estamos vivos, sin demasiados daños conscientes.


lunes, 30 de diciembre de 2024

 

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Más Trump (no voy a hablar del discurso del Rey, o de Sanchez, probablemente el economista que menos Economía sabe de España). Afortunadamente, a Trump no le van a dejar hacer lo que se propone con la gorrilla de MAGA -Musk, el primero en echarle el freno-. Pero, si por alguna extraña constelación, lo chiciera, tendríamos la tormenta perfecta: un comercio internacional muy mermado, con la casi total salida de USA del mismo, una estanflación de caballo en USA y el derrumbe del dólar a medio plazo. Sólo hay que mirar un poco los fundamentals actuales. Grande Trump.



domingo, 29 de diciembre de 2024

 


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Siguiendo con el triángulo Trump – Musk – Bannon, en el cual los dos últimos encarnan propuestas antagónicas e incompatibles a largo plazo y muy conflictivas a corto y medio,  mientras que Trump deberá, más pronto que tarde, escoger entre ellos la ínea a seguir. Sin tener una mente estratégica -hasta ahí no llega- Trump está intentando contentar a ambos con su plétora de nombramientos, aunque el sesgo en estos momentos parece acercarse a Musk. Trump, hombre de pasiones turbias y poca reflexión, debe tener el corazón partido, como la canción. Su propuesta política le acerca al MAGA, la vanguardia de la mayoría popular que le ha votado, pero su torturada psique presenta una clara identificación/sumisión a Musk; a él, a sus valores y a su visión del mundo. Al fin y al cabo, Musk tiene mucho más dinero que Trump. Este encuentro entre el más plebeyo de los mundos y una élite milmillonaria es bien conocido, se llama fascismo, pero en este caso me chirría. No creo que sea posible, aún, conciliar, siquiera a corto, el aceleracionismo y el posthumanismo de Musk con el rudimentarismo brutal de MAGA. Y todo esto sin hablar de los muchos intereses de Musk en China. A desarrollar. 


sábado, 28 de diciembre de 2024

 


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Tras una campaña electoral en la que Trump se centró en la situación interna de USA -incluso el asunto de la migración lo trató exclusivamente como un daño para los ciudadanos de USA, sin plantearse su condición de problema mundial- ahora, a menos de un mes para su toma de posesión, se le ve muy interesado en hablar de política internacional. A su manera, claro. En lugar de explicar una visión general del papel de USA en el mundo, más allá de que quiere acabar con las guerras y alejar a China de su actual supremacía económica, Trump se dedica a lanzar globos sondas, anuncios velados de sus intenciones, que su entorno mediático permite que no sea tomados literalmente en serio. Se publican en la red infinitud de memes y todos nos reímos mucho. Pero Trump no se ha privado de formularlos, aunque lo haya hecho como dejando caer las cosas y sin que éstas le comprometan. ¿Qué ha dicho Trump  que le gustaría? Recuperar el control del canal de Panamá, comprar Groenlandia (¿a quién?), anexionarse Canadá, iniciar una guerra contra los carteles del norte de México y una vez derrotados, incorporar a USA, por Derecho de conquista, sus territorios (donde, se supone, ya no hay una soberanía de facto del Estado mexicano). Objetivos tan descomunales como inviables, y menos en una legislatura. A largo plazo, construyen un camino: la gran América del Norte, con América Central y del Sur como patio trasero; una estructura básicamente neocolonial. En el imaginario de Trump y sus seguidores -no me refiero a sus votantes, cuya composición es más compleja- esa ‘América’ de MAGA, es la nación de los blancos y cristianos que ocupan el territorio de USA y  Canadá (y Groenlandia) con una frontera sur, el Norte de México que la separa y aísla de la colonia, el resto de un continente, que, por no tener, no tiene ni nombre. 

No creo que la cabeza de Trump dé para más, es decir, aparte de su obsesión de que la balanza comercial con cualquier país mínimamente grande sea favorable a USA. En lo que respecta a la construcción de un sistema mundial de relaciones internacionales tienen más que decir sus dos grandes asesores, con cosmovisiones muy distintas e incompatibles; para ser exactos, el resultado de la pugna entre sus dos grandes asesores, Elon Musk y Stephen Bannon.


 


2024. Soportando lo insoportable. Un año más.




martes, 24 de diciembre de 2024




El problema frances y su prefiguración de un nuevo esquema de poder



A primeros de diciembre de este año el Nouveau Front Populaire (NFP ) y Rassemblement Nationa (RN) decidieron, cada uno por su cuenta, claro, presentar una moción de censura al gobierno francés de Michel Barnier, avalado por Macron. Los antecedentes, en breve resumen, comienzan con la convocatoria de elecciones a la Asamblea Nacional por parte de Macron para revertir el proceso de deslegitimación que habían supuesto los resultados de las elecciones, un mes antes, al Parlamento europeo, que habían situado a la agrupación auspiciada por Macron muy por debajo de RN. Era un movimiento audaz y a Macron le salió mal. Bien es cierto que el contaba con una izquierda dispersa y no unida en el NFP creado ad hoc. Sea como fuere Ensemble (En), la agrupación de Macron, quedó en tercer lugar, lejos de NFP, primero, y RN, segundo. Para la segunda vuelta, Macrón consiguió, basándose en el principio del aislamiento sanitario de la extrema derecha una especie de coalición con el NFP para el balotaje que le dio muchos más diputados de los que le habrían correspondido en otro caso, quedando segundo, tras el NFP en la Asamblea. A modo de agradecimiento, Macron designo un primer ministro, Barnier, ultraconservador. Además de la renuencia de un tiburón neocap que es a pactar con rojos a lo Mélenchon, se trataba de un guiño de ojo a RN Al principio le salió bien: RN se abstuvo y el voto en contra de NFP no fue suficiente para evitar el nombramiento.

No podía durar mucho. Para sorpresa de nadie, un de las las medidas tomadas por Barnier fue, entre otras también claramente derechistas, el mantenimiento de la ley de reforma de pensiones., aprobada el año anterior y que Resulta que el programa del NFP para las elecciones de julio incluía la derogación de la reforma de pensiones que había entrado en vigor el año pasado. Normal. Era una reforma neoliberal y antipopular que desató una oleada de protestas continuas en la calle. Pero es que también esa derogación era un punto del programa electoral del RN. Aquí se caen los esquemas típicos de la izquierda rutinaria, de las que ya hable en otra nota ¿Cómo es posible que coincidan en una medida no menor RN y NFP?, la izquierda amplia y la extrema derecha (o la extrema izquierda y la derecha como dicen Le Figaro, el Mundo y el ABC). No volveré a este hecho, que revela que para explicar los cambios en la política actual (y en general de cualquier periodo) no valen exámenes simplistas.

Las aguas no llegaron al rio hasta que el gobierno hizo públicos los presupuestos de la Seguridad Social, ajustados a la citada ley de reforma. Era evidente que RN iba a abandonar su posición pasiva y junto a NFP votaría contra los presupuestos. Ante tal circunstancia, el gobierno Macrón/Barnier se puso a Francia por montera y recurrió al artículo 49.3 de la constitución, que permite aprobar una ley sin que la vote la Asamblea. Esto ya era demasiado para las dos oposiciones. RN anunció una moción de censura y NFP, que no la votaría. Simultáneamente, NFP anunció una moción de censura y RN manifestó que votaría a su favor. Dos líneas de actuación, y una paradoja, que no lo es tanto si se analizan las motivaciones de cada grupo, las cuales confirman la esencia del proceso de transición de la política actual en curso.

Para el NFP, su negativa a secundar la moción de RN es clara, se trata de mantener las líneas rojas antifascistas y votar siempre contra RN. Para éstos, votar lo mismo que los rojos tampoco es plato de gusto, y, sin embargo, les votan. En la práctica, siendo la moción de censura meramente destructiva da igual cual de las dos mociones se vote. Si atendemos sólo a lo sustancial y el objetivo es deshacerse de Barnier y, por el momento nada más que eso, me parece más coherente la postura de RN, que vota lo que cree justo y no se arroja, como el NVP, en brazos del malminorismo, ese principio, antidialéctico por abstracto, que pone en cuarentena al RN, a costa de proteger a Barnier y a Macron.

Sin embargo, siendo los resultados los mismos, ya se apruebe la moción de uno o la del otro, creo que hay diferencia fundamentales que deben explicarse a los ciudadanos, en esencia para qué quiere el partido que se disuelva el gobierno y qué va a hacer con ello en el marco de su estrategia. Aquí esta el quid, la apuesta estratégica del RN o, al menos, de la France Insoumisse (FI) y la del RN son opuestas. Y, me temo, que ahí RN va a favor de la dinámica histórica en este periodo y NFP, en contra. No es una cuestión de lucidez ni de competencia, Le Pen y Melenchon son dos personas inteligentes, y lo saben, al igual que lo sabe Macron, aunque e su decisión haya sido fallida. El NFP no puede hacer otra cosa que la que ha hecho, el tiempo corre en su contra. RN sí podía haber esperado a que las cosas estuvieses más maduras, de hecho bastantes analistas consideran que Le Pen ha tenido demasiada prisa. No estoy de acuerdo, audaz pero no voluntarista, lo que pretende es alentar un proceso que ya es factible: la construcción de un nuevo bipartidismo, en sustitución del que hallamos en casi todos lo países occidentales.

La gobernabilidad, tras la II GM y hasta ahora, se ha venido sosteniendo, con sus vaivenes y cambios menores, mediante un régimen bipartidista, una moneda con dos caras que podían ser agonistas, pero no antagonistas. Un régimen cuyas características básicas no impugnaba nadie desde dentro: democracia representativa, Estado de Derecho y liberalismo de mercado. El capitalismo no estaba en cuestión, a lo sumo el modo de regularlo. Y bajo este paraguas, dos partidos o bloques, izquierda y derecha, con un apoyo electoral parecido y que se iban turnando en el gobierno. Derecha civilizada y neoliberal u ordoliberal, por un bando, y socialdemocracia propulsora del Estado social, por el otro. Más o menos igualitarismo, pero siempre dentro de un sistema que promueve la desigualdad, más o menos Estado, pero siempre con el Mercado estructurando la sociedad.

Los tiempos están cambiando. La alternativa a este statu quo se vislumbra ya con claridad, se trata también de una bipolaridad, pero de otro tipo bien distinto, en la que tiene lugar una lucha antagónica entre un régimen populista de extrema derecha y un régimen oligárquico con rasgos demoliberales; ligado a ello, el fin de la izquierda. Así, donde antes había un régimen compartido, con un enfrentamiento agónico pero autorreproducido por ambas partes, ahora hay dos regímenes enemigos en una disputa antagónica, una lucha a muerte que concluye con la destrucción de uno por el otro-;y, un interim permanentemente inestable. Se acabó el consenso. Simplificando al extremo, algo que deberé desarrollar en otro post, la derecha liberal y conservadora de siempre se fusiona con el centro y la izquierda moderada tradicionales -por ejemplo, la que constituye el gobierno de Sanchez-; es decir el régimen aún vigente se solidifica, los dos polos anteriores se fusionan mediante un desplazamiento hacia la derecha, en especial de la autodenominada izquierda, que abandona toda pretensión socialista, e incluso socialdemócrata y se constituye en el ala social liberal o liberal compasiva dentro de un único bloque económicamente neoliberal y que, en lo político, tiende a la iliberalidad y donde la democracia va siendo una simple fachada. Por fuera, el bloque populista derechista se constituye, a partir de la debacle de la izquierda y de la conversión de la mayoría de los sectores popular a una (in)cultura política populista y reaccionaria.

Por todo esto, la opción de RN es acelerar el proceso de transformación del bipartidismo. Sabe o cree que una vez constituidos los dos regímenes tiene todas las opciones de ganar, ya que el proyecto demoliberal moderno está en una crisis letal, envuelto en sus contradicciones. Puesto que muchos de los ideólogos de esta refundada y refundida derecha son lectores de Gramsci, lo matizan: “lo viejo ha muerto, y elo nuevo está naciendo; somos nosotros”. El NFP, o su ala menos ligada a la burguesía, quiere que las cosas no varíen mucho, que se mantenga el bipartidismo clásico en el que son necesarios, aunque solo sea como fetiche ideológico; algo así como la lucha darwinista por no desaparecer. Aceptan, de buen o mal grado, su rol conservador de lo que existe.

Por fin, Macron. Cometió un error al convocar elecciones legislativas; reconozco que es fácil decirlo a toro pasado y que era razonable reaccionar; no hacerlo, tras el triunfo de RN en Europa lo dejaban muy debilitado, casi desautorizado. Pensó que la victoria del RN asustaría a los franceses, que volverían a votarle, y que pese a que era previsible un buen resultado de los lepenianos, el malminorismo y el ‘antifascismo’ de una izquierda dispersa, le permitiría obtener en la segunda vuelta una mayoría robusta y un gobierno fuerte. Le salió el tiro por la culata, fundamentalmente debido a la unificación electoral de la izquierda.

Una vez triunfante la moción, Macron ha de afrontar,de nuevo, dos opciones, que son las mismas que tuvo que elegir al principio. No creo que vuelva a adoptar la misma, vistos los resultados, más aún cuando RN ya conoce por experiencia propia sus manejos. Ahora RN, en el mejor de los casos ´querría un gobierno de RN o con mayoría de RN y algun ministro macronista; eso les daría tiempo para ir limpiando el aparato de Estad, el Deep Estate, antes de cruzar el Rubicon en la siguientes elecciones presidenciales. De hecho, sería una cohabitación con un enemigo muy poderoso. Demasiado para Macron, imagino. La idea sería dejar al RN como oposición muy principal y conseguir una mínima relación de equilibrio de fuerzas con ellos, para lo que no basta una alianza con los Republicanos. Yendo, pues, a la segunda opción, ser la cabeza del nuevo bloque enfrentado a RN, en estos momentos los conflictos internos del NFP proporcionan a Macron unas mejores expectativas.

Es pronto para afirmarlo, pero que Macron lo esta barajando puede inferirse del hecho de que en la ronda de consultas para sustituir a Barnier ha convocado a Faure, secretario PSF, cuya integración en el NFP le resulta molesta, y máxime cuando la hegemonía interna al NFP la ostentan los insumisos. Por supuesto, no ha llamado a Mélenchon. No creo que el PSC hiciera muchos ascos a romper el NFP y coligarse con Macron, porque parece irrepetible aquel clásico bipartidismo PSC (con el apoyo de PCF) frente al bloque de derecha de gaullistas, neogaullistas y liberales. No obstante, aunque Macrón consiguiera ganarse al PSF seguiría padeciendo una constante inestabilidad, frente a un RN, por un lado, y una France Insoumisse, por el otro, abiertamente hostiles al gobierno.

Obsérvese que sea cual sea el caso, estamos ya en marcha hacia el nuevo esquema de gubernamentalidad, con dos régimenes difícilmente coexistentes ni siquiera a corto o medio plazo que culmina en un bloque liberal/conservador (Macron, en la actualidad) en hostilidad con un bloque RN, y una iquierda transformadora residual y en vías de extinción.



PS1. USA, Inglaterra, Alemania, Italia, España, etc., pese a los intentos de los Corbyn, Sanders, Mélenchón y demas que intentan crear nuevas izquierdas, son buenos ejemplos, similares en lo esencial, a lo dicho para Francia.

PS2. Una cuestión fundamental que queda fuera de este texto, y que he de exponer en otro es, dentro de este esquema de dos regímenes, que es primariamente político, qué papel juegan y como se ubican el neoliberalismo, el anarcocapitalismo y el keynesianiosmo, las tres alternativas que abarca la economía capitalista.


Ultima hora. Noticia y resultado en la Condomina. Macron nombra a François Bayrou primer ministro. No sé si lo que pretende Macron es aburrir al personal, ganar tiempo (¿para qué?), o qué arcanos esconde su cesáreo perfil porque repite una jugada similar a la de Barnier. Bayrou es màs centrista que el ultraconservador Barnier,  que procede de los Repúblicanos y -éste del centrista Mouvement Democratique (MD), integrado en la Ensemble. O sea, que Macron tiene menos votos asegurados que con Barnier. Lejos de la mayoría absoluta. NR ya ha anunciado que se abstendrá en la ratificación de la Asamblea. A continuación, Bayret formará gobierno y presentará los Presupuesto del 25, bajo el auspicio de la reforma de las pensiones. En definitiva, el año de la marmota (a no ser que el PSF de la nota sorpresiva y apoye a Macron). No modifica mi análisis, si bien muestra la resistencia de la antigua política a adoptar la, tristemente, nueva.


241222. Bayrou anuncia los ministros del gobierno que presidirá (a mayor gloria de Macron). Penoso de la cabeza (Bayrou) a los pies (supongo que Valls). Répite la jugada del verano: buscar el apoyo de RN dejándose la menor cantidad de pelos en la gatera. Todo depende de Le Pen y los suyos. Faure (PSC), candidato a ‘legitimar a Macron, ha puesto un grito en el cielo, y eso que Bayrou ha diferenciado con claridad en su discursola PSC de la France Insoumisse: mucho te quiero, lorito, pero pan, poquito. Y para qué hablar de Mélenchon, que ya ha pedido una moción de censura inmediata. Si salio mal en verano,no veo por qué lo misma vaya a mejorar por el frio. Bayrou, para evitar la moción, ha prometido no emplear el artículo 49.3, pero, entonces, ¿cómo va a sacar adelante los presupuestos? En cualquier caso, Macron gana tiempo, sólo le quedan unos seis meses para disolver la Asamblea y convocar nuevas elecciones sin necesidad de dimitir, y, lo que es más importante, sin tener que plantearse por el momento, en línea con lo dicho arriba, el nuevo modelo dicotómico, la derecha demoliberal (con socialdemocracia incluida) frente a la extrema derecha populista.


viernes, 20 de diciembre de 2024

 




171224

Acabo de leer el editorial de Vicent Partal en Vilaweb, comentando la decadencia hasta su inminente desaparición -tampoco es que fuera gran cosa en sus mejores momentos- del Consell de la República. Partal presenta a esa organización, que pretendía recoger la dinámica de contrapoder del 1-0, como una buena idea truncada desde el principio por los intentos de manipulación (Junts) o de destrucción (ERC) de los partidos políticos, contraponiendo la democracia de base a la que sostienen de facto estos partidos de que gozamos en Cataluña, en España y, salvo alguna excepción que no se me ocurre, en al mundo entero. Estoy de acuerdo y me trae a la memoria un hecho que viví. Hace unos siete u ocho años se constituyo, o se inició el proceso para constituir, una plataforma a la manera de Ahora Madrid que, con Carmena a la cabeza icónica, había triunfado en las elecciones municipales de Madrid. El proyecto se llamaba Ahora en Común y ya desde el primer momento estaba herido de muerte por la no participación de Podemos; pero eso no viene al caso aquí. La idea era organizar a las amplias bases que se habían movilizado en Madrid y crear una un espacio estable realmente democrático ‘desde abajo’. Servidor, un independiente sin vinculación alguna con ningún partido me integré en el grupo promotor, concretamente en el área de organización. En las reuniones eramos de costumbre en torno a quince personas, que, creo, hicimos un trabajo arduo. A los dos meses se decidio dotar a este magma de una especie de estructura en la que habría un coordinador por área. Yo propuse que ese coordinador fuese elegido en la reunión de cada área y que, al menos en mi área, rotase con un máximo de dos veces seguidas por persona (algunos fueron más lejos y proponían, a la manera de la democracia ateniense, que se sorteara ‘el cargo’. Finalmente, se decidió por votación de todas las áreas, llamar ‘comisión de x’ a cada área x y que el coordinador fuese estable hasta que hubiese una asamblea constituyente. Es decir, ya había un jefecillo. Se anunció la fecha de la elección. De los habituale, a lo sumo quince, ese día vinieron más de cuarenta de los que más de veinte nunca habían aparecido por allí. Salió escogido un compañero de IU que iba a todas las reuniones y que, por cierto, había votado por mí. IU sacó unos veinticinco votos, el PCE de Madrid, que, por lo visto, estaba reñido con el PCE estatal (IU), sobre diez y poco menos el grupo municipalista ese que encabezaban Pablo Carmona y Emmanuel Rodríguez. Los partidos políticos habían antepuesto el controlar las incipientes estructuras despreciando y parasitando por completo el trabajo que habíamos hecho. Ingenuo de mí. El trabajo estaba hecho. Poco después, el grupito de Emmanuel dejó el proyecto. Ya no sabían qué hacer hegemonizados por tanto estalinista. Continué un tiempo por rutina y porque había gente maja, pero teniendo claro que lo que se formara, si se formaba algo, no tendría nada que ver con esa democracia de base que todos proclamábamos de bpquilla o con una noción muy diferente de lo que significa la etimología e la expresión. Ahora en Común no llegó a fraguar y con Ahora Madrid ya sabemos lo que pasó. Aunque sea un plagio de Ortega, “es que no es eso, no es eso”.






Sobre el caso Mangione



Franco Berardi, siempre interesante aunque, ultimamente, un poco dado a la jeremiada, aborda en su blog ‘Ildisertore’ el caso Mangione, un asunto poliédrico en tanto que permite diversas perspectivas, todas ellas enjundiosas y muy relevantes. Copio sus palabras:

Mi corazón también latía por él, como el corazón de muchos millones de personas que detestan las atrocidades neoliberales. Yo también esperaba que escapara del arresto antes de que un empleado de McDonald's, mucho más pobre que él, llamara a la policía y lo arrestara.
¿Acaso pensé que la eliminación de un sinvergüenza que se lucra con las enfermedades y desgracias de los desdichados habitantes del país más miserable del mundo era un episodio de lucha de clases?

 “Como Thomas Crooks que disparó al hombre naranja, como Robert Crimo que disparó en la procesión del día nacional el 4 de julio de 2022, miles de vigilantes solitarios fabricarán sus armas con la impresora tridimensional … Pero no la llaméis lucha de clases, porque el odio al amo no es lucha de clases sin amistad, sin complicidad, sin un proyecto colectivo de emancipación.


No digamos tonterías.

La lucha de clases era algo serio en los tiempos góticos de la modernidad: era la acción consciente de los explotados para liberarse de los explotadores. Estas palabras son incomprensibles en la era barroca de espectacular hiperviolencia”.

En el primer párrafo, Bifo señala su identificación emocional con Mangione. Un poco a la manera de Benjamin, se ha hecho justicia, se ha reparado en parte los cientos de asesinatos de los que era corresponsable el CEO de la infame UnitedHealthCare. Incluso, en el mismo terreno sentimental somete a su sarcasmo al precario de McDonald’s que, por avidez o gregarismo, delató a Mangione, En el siguiente párrafo, Bifo comprende que sus simpatías le han alejado de un análisis racional correcto,. “¿Acaso pensé que ... era un episodio de lucha de clases?” No digamos tonterías. Lo que, entiendo, quiere decir Berardi son dos tesis: a) La lucha de clases ‘moderna’, es decir, entre burguesía y proletariado, tenía significado en otros tiempos, en los últimos siglos, pero ya no. Siguiendo en esto a Frege, una expresión asocia un sentido a una referencia, y ‘lucha de clases’, aunque tiene sentido, el oyente sabe lo que quiere decir el hablante, no tiene referencia hoy en día, qunque sí en el pasado. No se queda ahí, incluso en el pasado, cuando existía la lucha de clases, el asesinato llevado a cabo por Mangione no habría sido uno de sus referentes. No estoy de acuerdo.

Ya apunté en otro texto el parecido de la acción de Mangione con la propaganda por el hecho de parte del movimiento anarquista. Me consta que Bifo considera que el asesinato de Cánovas por el anarquista Angiolillo es un episodio de la lucha de clases. No es eso a lo que él se refiere. Creo que habla de un fenómeno de esta época: el atentado de un ‘lobo solitario’, alguien no ya integrado, ni siquiera vinculado con grupos armados, que se mueve por sus criterios políticos o morales. Este es el punto fundamental, que no se daba en, por ejemplo, atentados ultraindividuales como los de los ataques suicidas islamistas, decidos y preparados por la organización a que pertenecen los ’mártires’.

Resumiendo, concuerdo con Bifo en que este tipo de asesinatos no se daba hace cien años y que ahora es la forma que toma el ‘magnicidio’. Discrepo de el en que es ajeno a la lucha de clases. Según Bifo el crimen de Mangione es una cuestión epocal, se inscribe en una “… era barroca de espectacular hiperviolencia.”. Por ello, este tipo de acciones individualistas, al margen de la colectividad se dan y se darán cada vez más.

Si la lucha de clases precisa de un proyecto colectivo de emancipación, pongamos, la sociedad sin clases, socialista o comunista, entonces se restringe a poco más de un siglo, y eso siendo generoso, sin poner demasiados requisitos u objeciones. Pero la lucha de clases se manifiesta de muchas maneras, abierta y subterráneamente, como resistencia y como combate por la hegemonía de todo tipo, y desde que hay trabajo asalariado hay lucha de clases; durante mucho tiempo, sin proyecto alguno de liberación tan solo como una resistencia a la explotación o la opresión que no se cuestiona en sí, sino sólo a sus excesos cuantitativos; es decir, los obreros luchan contra el patrón capitalista por mejores salarios, menores jornadas, menos penosidad, en definitiva, por disminuir la tasa de plusvalía, no por acabar con la plusvalía. La lucha de clases interpela a todos, de una forma u otra, pero también el resto de conflictos sociales que tienen lugar, de género, de raza, de prácticas vitales supuestamente privadas. En el Manifiesto Comunista, Marx y Engels sostienen que “la historia de la humanidad hasta ahora es la historia de la lucha de clases”. Es éste un enunciado innegable, aunque muchos lo nieguen, que yo asumo siempre que se sustituya ‘lucha de clases’ por el más general lucha de agrupaciones sociales”. Esto significa que la sociedad, los miembros de una sociedad se agrupan en función de intereses comunes. En los análisis de Marx, totalmente condicionados históricamente -como ellos de cualquiera de cualquiera-, había dos clases cuyo elemento diferenciador era su relación con la propiedad de los medios de producción; unos los tenían -en las diversas formas del capital- y otros no, viéndose obligados a vender en el mercado, por debajo de su valor, su fuerza de trabajo lo único que podían aportar a la producción. La lucha de clases en tiempos de Marx era, con mucha diferencia, el principal conflicto social en las metrópolis coloniales, mientras el resto estaba opacado. El proletariado se había constituido en el colectivo al que pertenecía la mayoría de la población, e iba en aumento, a diferencia de las clases intermedias, patronos y oficiales de talleres, dueños de pequeñas tiendas, que en buena medida eran absorbidos por la clase obrera; se daba una migración permanente y masiva de pequeños campesinos hacia las ciudades para trabajar en sus fábricas. La diferenciación de los obreros entre sí en lo que se refiere a jornadas y salarios era mínima en comparación con la enorme dispersión actual de los trabajadores asalariados o autónomos pseudoasalariados.

La sociedad moderna es muchísimo más compleja que las de las primeras etapas del Capitalismo. El desarrollo científico-técnico, con su concomitante división y especialización del trabajo, la inmigración a las metrópolis de personas de países colonizados, con sus culturas y sus modos de vida, la evolución de ideas y conductas, con las fricciones sociales que conlleva, etc., todo ello da lugar a unas formaciones sociales en que reducir casi todo a la lucha de clases entre trabajador y capitalista cuando sólo es un componente más de la dinámica social en su conjunto, que, además, está estrechamente coimplicado con, y modificado por, la totalidad de los hechos sociales, es no entender nada. Finalmente, hay una cuestión terminológica. Si identificamos la expresión ‘conflicto social’ con ‘lucha de clases’, estoy de acuerdo: el conflicto social es el motor de la historia. Pero entonces las clases son toda agrupación dual de personas en torno a una dominación-un estado de dominación, una resistencia a ese estado, o una fuerza de contradominación-. Quizá Marx habría llegado a esta conclusión, que supera al nominalismo y entra en lo conceptual, pero, como se dijo arriba él únicamente conocío, o prestó atención, a la lucha entre proletariado y burguesía, ya que las disidencias en el resto de dominaciones eran aun débiles y semiocultas.

Aceptando esto, la acción de Mangione se inscribe en la lucha de clases clásica, que, simplificandola con un concepto premarxista, es la que se da entre ricos y pobres, en un marco económico capitalista que crea y perpetua a los ricos, que son cada vez más ricos, y a los pobres que son cada vez más pobres. Una brecha creciente, donde antes la pobreza de los pobres era relativa (a los ricos) y ahora ya absoluta. La profusión y encarecimiento de los seguros sanitarios, paralela al deterioro por infrainversión pública y venta por el Estado a precios irrisorios de lo más rentable, supone una transferencia de valor, desde el trabajo al capital, una de las caractrístics esenciales del neoliberalismo. Se mire como se mire, denunciar e intentar paliar esta situación es lucha de clases.

Así, la ejecución de Thompson es pura lucha de clases. Pero hay muchas formas de luchar. Antes de examinar este asunto, quiero descartar un posible reparo. Mangione es una persona de familia adinerada, y, por ello, un miembro objetivo de la clase dominant ¿Y qué? También lo eran Marx y Engels. Es la lucha de clases, la que adjudica la pertenencia a un bando, y no al revés. Mangione mató a Thompson porque era el CEO de una compañía capitalista especialmente dañina para los trabajadores en general. UnitedHealth es una empresa sobre la que cae la responsabilidad de muchas muertes en el pasado y en el futuro, es una empresa asesina en serie. No se puede, claro, matar una empresa, pero sí acabar con ella, creando las condiciones para que quiebre. El Estado de USA no está en esa línea, sino en las contraria: procurar que acumule más y más capital. Y no parece que las movilización de las masas vaya cambiar hoy al Estado ni a UnitedHealth.

Mangione es, quizá, un lobo solitario que no confía en la potencia, aquí y ahora, de las masas, es un individualista que no cree que sea posible la autoconformación espontánea de colectivos subversivos con poder para cambiar nada importante. Como buen lobo sanitario desea actuar inmediatamente, no espera a nada ni a nadie, al fin y al cabo todo depende de él. Pero, por otro lado, sabe que su acción en sí y aislada no sirve de nada a efectos de transformación social. De nuevo, un individuo no comete empresicidios.

¿Por qué mató Mangiome a Thompson? No voy a introducirmeen su cabeza ni a especular con algún análisis psicológico. Puede darse por sentado que Mangione no era partidista, que quizá ni tan siquiera se consideraría una persona de izquierdas, pero que sí estaba comprometido con la justicia social y que le parecía vituperable el Estado de la salud publica en USA, cuyas principales beneficiarias e impulsoras eran las grandes empresas de seguros médicos. Partiendo de esto, es obvio que Mangione realizó, conscientemente un atentado político inscrito en la lucha de clases.

¿Qué pretendía? Creo que Mangione buscaba uno, o más, simultáneamente, de los resultados que describiré a continuación. Los dos primeros responden a esa propaganda por el hecho de practicada por los anarquistas a finales de del siglo XIX y principios del XX. Es decir el asesinato de un personaje con relevancia social es un medio que permite conseguir o facilitar otro medio, el final, la movilización popular que hace cambiar el ámbito en que opera(ba) ese personaje o, incluso, el estado general de las cosas. La acción de Mangione es evidente que ha dado lugar a que se hable de las situación de la sanidad pública y privada en USA, que se discuta entre los damnificados, trabajadores en su totalidad y que se contemple la situación como insostenible. En este aspecto, habría logrado lo que pretendía. El segundo, ligado a éste, es incidir en un malestar generalizado que se encuentra al borde de la explosión de un número no despreciable de personas. Se trataría de que su acción se extienda, que sea un aldabonazo que propicie que esas persona cometan, aisladamente, múltiples asesinatos a CEOs, altos ejecutivos, propietarios de millones de acciones, etc. Esto provocaría un situación social insoportable, muy arriesgada, en la que una de las posibles consecuencias sería despertar al pueblo trabajador. No parece probable que tal eventualidad suceda, pero, de momento, ya se ha multiplicado el gasto de las empresas en guardaespaldas.

En tercer lugar, hay un objetivo, perfectamente compatible con los anteriores. Es muy simple; hacer justicia. Y poniéndonos un poco benjaminianos reparar en parte, claro, los centenares de muertes que ha causado Thompson, como CEO de UnitedHealth. Mangione ha aminorado un poco la (in)Justicia Universal, dejándose de paparruchas a lo Weber sobre quien tiene legitimidad para mata y cometiendo un acto radicalmente ético. 

La valoración positiva del asesinato del CEO que se ha propagado especialmente por la red llegando hasta a convertir a su autor casi en un mito vengador, un moderno Robin Hood, da fé de que cualquiera que fuese su intención, Mangione ha triunfado. Máxime teniendo en cuenta que el occiso es un WASP. 



martes, 17 de diciembre de 2024

 

 

021224.


Congreso del PSOE. Análisis de brocha muy gorda, ya que para hacerlo con algo más de rigor, debería tener un conocimiento de las ponencias y los plenos mayor al que tengo, que es leer por encima los titulares. Y, aún así, tan cansino. El Congreso del PSOE ha servido básicamente para cerrar filas en torno a Sánchez, aclamarle y avanzar decididamente en el camino del culto a la personalidad. Por lo demás, varios silencios, uno de ellos a la política de Netanyahu, es decir, apoyo al genocidio. Y dos medidas. La primera, esa de crear no sé qué para paliar el drama de la vivienda que, of course, se quedará en nada. La otra, aunque es, de momento, simbólica, sí tiene relevancia: la supresión del + y el Q de LGTB y la prohibición de que mujeres trans para compitan como tal en actos deportivosl Lo primero se quedará en agua de borrajas en cuanto cualquiera de los ‘socios’ del gobierno lo avise de su disconformidad en clave voto de variar la lñey actual. Lo segundo es un brindis al sol porque no compete al gobierno decidir quien participa en competiciones sino a las instituciones deportivas indpendientes.El PSOE ha dado un paso más y, por vez primera, se hay situado explícitamente contra un grupo oprimido, los trans, e, implícitamente, ha declarado feminista la transfobia. Repartiendo carnets, “el feminismo será tránsfobo o no será”. Mira, ya no tiene Amparo Valcarce que meterse en el PP.



041224

Moción de censura exitosa en Francia. La rutina con que los medios analizan la política, nacional e internacional, es ya una marca de carácter. Tanto los de derecha como los ‘de izquierda’. Le toca ahora a Francia. Los mencionados medios únicamente saben hablar en términos espaciales -derecha, centro, izquierda-, y claro, o está en la derecha o en la izquierda, eso define el contenido y no al revés. Escándalo, pues, el Nouveau Front Populaire (NFP) y Rassemblement National (RN) van a coincidir en su voto para echar a Barnier. Los progres bienpensantes, les bobos, se escandalizan desde su apartamento con vistas al Sena, los tertulianos que reprochaban a Faure (PSF) echarse en brazos de Mélenchon (France Inssoumisse, FI) se rasgan las vestiduras. ¡Pinzas!, exclamaríamos aquí, con santa indignación.. Parece que no importara la substancia de la política, Si lo dice o lo hace la izquierda, esta bien/mal, si es la derecha mal/bien. En cualquier caso, se trataría de ser consciente sobre qué van a hacer, en este caso, NFP y PR con ese objetivo común. Porque el objetivo, si tiene éxito, aboca a un sólo resultado, la caída del gobierno Barnier. Tanto RN con NFP tienen unas políticas particulares y contradictorias entre ellas para tal circunstancia. Así debe ser, y si no se sabe explicar esto a los fans, es que algo ha fallado. Por otro lado, me parece bastante oportunista la posición del NFP al respecto. Si la moción de censura que sale adelante es la suya gracias a los votos de RN, ¿Por qué no la retiran?, ya que se han comprometido tan firmemente con ‘poner en cuarentena al fascismo’. Al final, gana el malminorismo a costa de seguir una política propia. Que razón tenia Lenin al clamar contra los grandes rincipios abstractos.


071224. Acuerdo entre la UE y Mercosur para crear una zona de libre comercio. Críticos con el acuerdo: Confederación Europea de Sindicatos, Organización Europea de Consumidores, Comité de Organizaciones Agrarias y Cooperativas Europeo. Resumiendo, en contra: trabajadores, agricultores,cooperativistas, consumidores y ecologistas. A favor; patronales. Nihil novo sub sole. Al menos, el gobierno francés se ha opuesto porque tiene miedo de los agricultores y sus tractores.



121224

Trotsky decía hacia 1935 que las condiciones objetivas estaban maduras, pero que las subjetivas -pensando en un sujeto revolucionario proletario- se hallaban aún lejos de similar madurez. Se equivocaba respecto a las condiciones objetivas, que no estaban todavía en un estadio prerrevolucionario, aunque no, desde luego, con las subjetivas que, por precipitación, habían lanzado a los aliados de la clase obrera industrial, y a buena parte de ella misma, a los brazos del fascismo. Después vino el welfare state, que desarmó ideológicamente (y no sólo) casi por completo a los trabajadores del primer mundo, y, más tarde, el neoliberalismo que completó la faena. Pero el capitalismo fue avanzando en su necesaria política de desigualdad, hasta dejar inútil el trickle down (las migajas que caen de la mesa de Epulón) y sumir a la mayoría de la población en la miseria y la desesperación.. ¿Hasta cuándo? Hay señales. Por ejemplo en la capital del Imperio del Norte Global, la conversión del joven Luigi Mangione en una especie de némesis, de vengador de los miles de asesinatos perpetrados por compañías de seguros médicos en USA; así la aparición de carteles pegados en Nueva York, y seguro que en más sitios, cuyos CEOs aparecen con el título de ‘wanted’, como malhechores que son. El candado ideológico empieza a hacer aguas y cada vez más minorías se niegan a morir mansamente.



131224

Como era de esperar, los media mainstream se han lanzado a examinar el dedo (en el gatillo) de Luigi Mangioni, que si es guapo, que si es de clase alta, que si padece trastornos psíquicos, que si está jodido de la espalda, que si admira a Kuzcinsky, etc, etc. . Asimismo esa misma prensa se encarga de ningunear hacia donde apuntaba la pistola del dedo en el gatillo. Hacia los seguros de salud privados de USA y, por extensión, de todo el mundo, unos seguros que son instituciones asesinas en serie y en paralelo. Una empresa no se puede matar a tiros, quizá se podrían bombardear sus centros, pero eso no está al alcance de la gente. Disparar al CEO, salvo excepción, tampoco la daña; se va a linkedin, se encuentra un psicópata cualificado y a tirar. No se puede matar, pero sí asfixiar, en este caso ofreciendo una medicina pública universal y de de calidad que gaga innecesarios los seguros (excepto para los muy ricos). Claro, ello implica transformar radicalmente el sistema (lo que de paso acaba con la excepción de los muy ricos) y construir una democrácia sin adjetivos. La acción de Mangione me recuerda a la ‘propaganda por el hecho’ de los inicios, y no tan inicios, del movimiento anarquista. Aparentemente, había desaparecido por completo. Sin embargo, la historia es larga y no se acaba hasta que fallece el último humano. Está bien mirar hacia donde apunta el dedo en vez de mirar el dedo, pero mejor está mirar conjuntamente el individuo que apunta, dónde está, hacia donde apunta y con qué apunta. Todo juntito y todo coherentito.