miércoles, 6 de julio de 2016

Aunque tenía pensado, continuando las anotaciones en torno a los resultados electorales del 26, analizar que ha pasado con Podemos, intercalo un post para exponer una serie de opiniones en relación con  la formación o no del próximo gobierno a partir de, festival de tópicos, que 'el pueblo español ha hablado', y de 'lo que ha dicho con sus votos'.


Mi querido y nunca bien ponderado amigo Perico Calvo ha enlazado en su blog con dos artículos, uno de Antonio Gutierrez, en El País, y otro de Vicenç Navarro, en público, abogando por trabajar para un gobierno en el que no esté el PP; el mismo Perico parece también apoyar este empeño. No estoy muy de acuerdo con estos planteamientos y en las próximas líneas trataré de explicarme.



No salen las cifras


Recordemos la configuración del nuevo Congreso: PP (137 diputados), PSOE (85), UP y coligados (71), C's (32), ERC (9), CDC (8), PNV (5), Bildu (2), CC (1). A primera vista, se observa que no hay ninguna agrupación natural que conforme una mayoría, 176 votos. Bueno, indaguemos agrupaciones 'menos naturales'. Partiré de un metodología que considero mucho más elucidadora que la dichosa 'transversalidad', tan ambigua en sí que ya en boca de todos pierde cualquier significación; utilizaré lo que llamo multiaxialidad, es decir una serie de ejes que reflejan posiciones frente a las variados disensos y conflictos que atraviesan cualquier sociedad. Reduciré al máximo esos ejes para simplificar y porque con tres nos valen para este ámbito. Contemplo entonces: a) el eje derecha-izquierda; b) El eje centralismo soberanismo de comunidades no estatales y c) Vieja – nueva política, o, si se prefiere más crudo, viejas élites y aspirantes a la renovación de la dirigencia política (a la manera de Pareto). EN las contradiciones interaxiales, lo ejes tienen distinto peso que van desde la incompatibilidad hasta el acuerdo con cesiones. Creo que en este momento, la problemática de Cataluña hace que el eje de la configuración territorial es el dominante, porque es el que se plantea con mayor radicalidad, hasta el punto que está en discusión la sacrosanta unidad de España. El eje izquierda-derecha está muy descafeinado, funciona a un nivel mítico-emocional más que otra cosa. Nadie pone en cuestión el capitalismo, ni siquiera, jeremiadas aparte, el neoliberalismo; en estos momentos, con la deriva previsible de Podemos y la insignificancia de la IU de Garzón (hay otras IU, pero difuntas, las pobres) el intervalo discurre entre el liberalismo doctrinario y psicopático del PP y de C's y el liberalismo compasivo de Podemos. La socialdemocracia queda lejos, si acaso Garzón …


El agrupamiento más natural es PP ciudadanos, ambos son ultracentralistas y neoliberales sin fisuras. Quedaría la oposición de lo nuevo vs. lo emergente, pero además de que es el conflicto menos potente, es que aquí es pura farfolla. C's solo tiene de nuevo la fecha de creación. No se constituyó frente al Régimen del 78 impugnado por el 15M, sino para neutralizar a Podemos y para ofrecer una alternativa de partido – o subpartido de derechas del Partido Orgánico del Régimen – a un PP devorado por la corrupción (luego se ha visto que apenas le pasa factura, pero hace apenas dos años aún no se sabía; a Aznar no se le echó por ladrón, sino por asesino). La suma PP + C's es de 169 votos, pongamos 170 con CC. Le faltan seis para la mayoría absoluta que se precisa, y en el mercado cortesano, tan sólo el PNV parece accesible. Ciertamente, hay una tensión respecto al eje territorial, pero, a diferencia de CDC, creo que es salvable. El PNV no está por plantear ahora, y quiza nunca (recuérdese que tiene lo que CDC quería y, al no conseguirlo, se echó al monte independentista: la autonomía fiscal). Hay serios inconvenientes: para C's no es un socio cómodo a nivel de imagen y las concesiones del PNV están limitadas por las próximas elecciones en Euzkadi. Y creo que acabarían tragando unos y otros; el problema es que no basta con 175 votos hace falta uno más si el resto del parlamento vota en contra. Y todos dicen que sí.


Por la 'izquierda', pese a las proclamas de PI, la cosa es aún más complicada. Como no ha habido sorpasso, el PSOE aceptaría de buena gana los votos de Podemos para hacer presidente a Sanchez. Ya tenemos, 156. Para tener mayoría, sumamos CDC, ERC y PNV (Bildu es tabú), 22. En total, 178. Ganamos; sí quebrando los dos ejes más importantes y, fundamentalmente, el autonómico. El PNV le valía al PP y le vale al PSOE, pero ¿ERC?, incluso ¿CDC? En ninguna cabeza — exceptuando,quizá, la bien esculpida de Pedro Sanchez – cabe que el PSOE de Díaz, González, Varas, Borrell y un interminable etcétera vayan a aceptar la centésima parte de lo que le exigirían los catalanes para votarles positivo.


La opción que queda 'para echar al PP' es la que barajan Navarro, Gutierrez y unos cuantos más: la fórmula PSOE + UP + C's, 188 escaños. La famosa alternativa que, según Sánchez repitió con una frecuencia de cinco minutos a lo largo de la campaña, había impedido Pablo Manuel Iglesias. Mañana expondré por qué creo que es una alianza contra natura, donde la contradicción social manda. Para ello habrá que entrar en cuestiones de política que en este post se han visto subordinadas a la aritmética.

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