Antes de nada, mi absoluto apoyo y solidaridad con todos los que ayer salieron a la calle a protestar por brutal sojuzgamiento -aunque, hablando de Israel, el calificativo ‘brutal’ y otros peores, parece ocioso- de la Flotilla Sumud por las FDI. Mañana debemos (por suerte, en Llanes hay una concentración) tomar las calles -y, más, si se puede- en toda España, Cataluña, Euzkadi, en toda Europa y en todo el mundo mundial. Aunque sólo sea, de momento, para meterle el miedo en el cuerpo a todas las oligarquías: no en nuestro nombre. Seguimos.
Ayer toque un asunto, el de los grupos armados palestinos no ya intervenidos, sino pagados y dirigidos por Israel, Son generalmente pequeñas milicias lideradas por líderes salidos de clanes beduinos, relativamente poco integrados en la dinámica social de Gaza. En Cisjordania basta con los zipayos corruptos de la ANP/Al-Fatah, que hacen que en buena medida Cisjordania sea un protectorado del Estado colonial-sionista.
Al hilo de esto, unas breves líneas sobre el manido asunto de los orígenes de Hamás y su ‘captación y financiación’ por el Likud, en particular por los gobiernos presididos por Netanyahu. Se ha escrito mucho sobre ello, pero no hay datos contrastados o contrastables. O sea, no hay materiales escritos o grabados que arrojen una luz inequívoca. Lo que sigue es mi opinión tras leer diferentes versiones del asunto. En primer lugar, no creo que Hamas haya sido un producto de las actividades de los servicios secretos israelíes; surgió de agrupaciones islámicas relacionadas con los Hermanos Musumanes y siempre ha sido autónoma del Likud, aunque no es descartable que aceptara ‘donaciones’ de éste, pero creo que sin contrapartidas sustanciales. Simplemente al Likud le veía bien una división del movimiento palestino que debilitara a al´Fatah y al PDLP y FDLP, sobre todo teniendo en cuenta que éstos llevaban a cabo acciones armadas y Hamas se dedicó en sus primeros años, aunque apoyara la primera intifada, al insertarse en la sociedad civil prestándola servicios sociales. Además, los gobiernos del Likud veían que la OLP, por su laicidad, era más próxima a occidente que Hamás, un grupo fundamentalista yihadista. En cualquier caso, si es que hubo alguna financiación previa, Israel no volvió a darle dinero a Hamás después de su triunfo en Gaza (al tiempo que, tras los acuerdos de Oslo, la ANP se volvió una sumisa sirviente del Estado sionista).
Que Hamás es un invento de Netanyahu, y que éste les haya teledirigido, llegando a decirse que los atentados del 7-O se cometieron con el visto bueno del Likud porque favorecía su estrategia, además de ser, creo, erróneo, le viene muy bien a la prensa progre que acepta el Estado étnico sionista pero deplora al gobieno actual de extrema derecha, añadiendo unas gotitas de conspiranoia, que nunca vienen mal cuando el conspirador es malo, esto es, de los otros. Hamas quizá perpetre actos terroristas -la guerra de los pobres, de los sin Estado- pero es el único partido que representa, con el que se identidica, el pueblo de Gaza.
No hay comentarios:
Publicar un comentario