Después de muchos paseos por internet he conseguido el texto del comunicado de Hamas en que se posiciona frente a la ‘propuesta’ de paz de Trump. Es curioso como a google y a las ‘prensa libre’ occidental, lo que le interesa es colocar su interpretación (política) del texto, no el texto en bruto. Algunos se los hacen de posmos, pero no cuela, es pura manipulación amparada en su quasi-monopolio.
Por lo que he leído, Hamás ha reaccionado de manera inteligente, aunque no exenta de riesgos. En primer lugar, la retórica es muy moderada, se tragan sapos y culebras para no atacar la hipócrita y servil actitud, que no es, precisamente, nueva, de las dictaduras de Egipto, Arabia, Jordania, Turquí, Qatar, etc-, apoyando el plan de Trump; y a éste mismo, hay que tener un gran autocontrol, desde luego. Hamás acepta la entrega de los prisioneros militares y rehenes civiles israelitas a cambio de prisioneros y rehenes palestinos en prisiones y campos de concentración isralíes. Y, por supuesto, a cambio de un alto el fuego. Hamás que, sin caer en la propaganda occidental, debe estar seriamente tocado tras dos años de matanza de las FDI, no puede hacer otra cosa. Los pocos prisioneros (creo que ya solo les quedan vivos menos de cuarenta militares) apenas servían ya para ejercer contrapeso y, en cambio, le venían pintiparados tanto a Netanyahu, para justificar su carnicería contra Gaza, como a la oposición anti-gobierno, que podía utilizar el fervor popular por la liberación de los rehenes para atacar a Netanyahu por sus escasos resultados al respecto. Por cierto, una población, la israelita, a la que le importan más cien rehenes israelíes que setenta mil palestinos asesinados. Quizá hablaré en el futuro sobre esto, aunque no creo, porque iba a rebasar mis líneas rojas de pesimismo declarado.
Más allá de la aceptación del intercambio de cautivos y del alto el fuego y ayuda humanitaria a la masacrada y exhausta población de la Franja, Hamás ya no se compromete lo más mínimo. Dice lo que tiene que decir, que no acepta, sin más, los otros puntos, los cuales deberán ser objeto de una negociación. Y Hamas va más lejos. Acepta entregar la administración del territorio gazatí “… a un organismo palestino compuesto por independientes (tecnócratas), basado en el consenso nacional palestino y apoyado por el respaldo árabe e islámico”, pero, obsérvese, no se alude a ese inefable ‘Consejo de Paz’, presidido por Trump y Blair que supervisaría al comité de ‘tecnócratas’. De hecho, ya hay declaraciones de dirigentes de Hamás que afirman que es impensable.
Para remachar lo que es un rechazo implícito, Hamas afirma que: “En cuanto a los demás temas incluidos en la propuesta del presidente Trump relacionados con el futuro de la Franja de Gaza y los derechos legítimos del pueblo palestino, estos están sujetos a una postura nacional integral y deben basarse en las leyes y resoluciones internacionales pertinentes. Estos asuntos se debatirán en un marco nacional palestino unificado, en el que Hamás participará y contribuirá con plena responsabilidad”. De aquí, del “que Hamás participará”, se deduce que se rechaza lo que para Trump y, especialmente, para Netanyahu es lo principal, los puntos 6 y 13, que suponen la disolución de Hamas. Hay otros puntos, como los del plan económico centrado en la inversión extranjera y la creación de una Fuerza Internacional para la seguridad interna de Gaza, que ni se mencionan en el comunicado; cabe pensar que son opuestos a la visión de Hamas sobre el futuro de Palestina; muy difícilmente asumibles.
En definitiva, proclamar, como se hace, que Hamas hace suyo el plan Trump es una falsedad más de los media y gobiernos occidentales (y me temo que de buena parte de los orientales). Lo importante ahora es ver como reacciona Trump a la respuesta de Hamas. No tengo nada claro si la va a considerar un rechazo, sin más, o se plegará a una negociación que puede ser larga y compleja, una vez cumplidos los puntos 3, 4 y 5, sobre los que sí parece que hay acuerdo. Cuando Trump -sin olvidar la influencia de Netanyahu- opte, y como implemente la opción elegida, será el momento de analizar el panorama que se abre a los diversos agentes.
Por lo que veo, las manifestaciones están siendo un éxito. No obstante, hay que tener en cuenta que el objetivo inmediato que todos tenemos in mente es parar el genocidio, manifestado en las decenas de palestinos asesinados diariamente. Pero, urgente y necesario este objetivo, hay otro estratégico menos movilizador en el estado actual de conciencia de los pueblos. Veremos.
Llanes. Poco más de 200 personas bajo la lluvia. Emocionante

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