La prensa progre, cada vez más alicaída ante la asimétrica polarización mundial, es lo que tiene. Asociada a una socialdemocracia en lento derrumbamiento, sin ideas, sin otro proyecto del 'virgencita, que me quede como estoy' o ese supuestamente pragmático mal menor que, en realidad no es sino decelerar una marcha hacía la extrema derecha -ni siquiera, detenerla- que consideran, aunque no lo digan, inevitable-: "si nos vamos, viene el fascismo'. No el fascismo va a llegar y os va a pasar por la piedra, como en la Alemania de los 30s del XXI, porque en todo momento os habeis negado a movilizar al pueblo contra el capitalismo (para ser justos, habeis hecho un magnifico trabajo desmovilizando al pueblo para salvar al Capital, con el resultado de que buena parte de ese pueblo se ha echado en manos del fascismo).
Esta mañana elDiario.es,, en colaboración con The Guardian -dos diarios típicos de la prensa progre-, titula 'Milicias de Gaza apoyadas por Israel amenazan el nuevo plan de paz de Trump'. El texto así intitulado no aporta nada que ya no sepamos, lo que importa es que reafirma, refuerza, el relato sobre 'el conflicto'. Y, sin embargo, no es falso lo que proclama. En efecto, el gobierno israelí dirige unos pocos grupos armados palestinos, el más importante de los cuales es el de Yasser Abou Shabab, un nómada condenado por tráfico de drogas y antiguo miembro de Al-Fatah, que cuenta, dicen, con unos ¡cien! milicianos. Se trata de grupos que, por el momento, son radicalmente anti-Hamas, pero que podrían mutarse en pro-Hamas si así lo decide Netanyahu. Hasta ahora habían acusado a Hamás de anteponer sus intereses a los del pueblo gazatí, permitiendo su masacre, pero igual pueden convertirse en más extremos que nadie, denunciar a Hamás por traidor si acepta el plan de paz y hacer como si lucharan por boicotearlo. Y, en alguna circunstancia, no es imposible que los israelíes les hicieran jugar ese papel. No olvidemos que Netanyahu y Trump se fundieron en un abrazo al hacer público el plan de paz, pero, vuelto a Israel, el muy despreciable primer ministro, con la presión añadida de Smotrich y Ben-Gvir, y buena parte de la población judeo-sionista, ha dejado claro que se opone a varios puntos del plan.
Vuelvo al relato. A un relato progre que se alinea con el establishment convencional: el de los gobiernos de los países del Norte Global y ... de Trump (que parece obsesionado con el Nobel; ombliguismo e irrealismo). Los progres de estos países se han lanzado a aplaudir con las orejas el Plan de Trump, eso sí con alguna objeción -al fin y al cabo lo del mal menor es lo suyo- pero considerándolo un excelente punto de partida que Hamas tiene la obligación de firmar. Un plan que avanza decisivamente hacia la destrucción, via exterminio y destierro, del pueblo palestino y de Palestina como nación no étnica, es decir, parte de un Estado plurinacional, sin dominaciones entre etnias. Así, Hamás, o una fracción de Hamás, será nuevamente tilada de terrorista nata y quienes apoyen su decisicón de gmáticos o fanáticos, cuando no corresponsables de la futura muerte, en su caso, de multitud de gazatíes. Luego, la prensa progre publicará a colaboradores sinceramente comprometidos hasta las cachas con la libertad de Palestina; bonita coartada, pero la línea editorial es la línea editorial. Por cierto, no sé que hace Olga Rodriguez en elDiario.
Tremendo, aunque previsible, lo de la Flotilla Sumud. A la espera de noticias. Es terrible tener que decir que siendo enormemente valientes los miembros de la flotilla, van a ser necesarios muchos más valientes y mucha más valentía.
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