240325
Los líderes de los países de la UE parecen radicalmente incapces de analizar la, reconozcamos, compleja sitauación de Europa en un mundo global permanentemente en cambio; su inepcia política les lleva a dispararse de continuo balas en el propio pie. Ahora, ‘el plan rearme’. De la insólita insensatez que lo conforma aludiré sólo ahora a un aspecto. La extrema derecha que avanza en Europa y que arrojará a todos esos tipos -quizas con la excepción de los más derechistas que se adapten a ellos- al basurero de la historia, estará dando palmas con las orejas, es la principal beneficiada del plan. Por un lado, la demagogia baratísima que tan bien manejan los fascistas: los dineros del rearme se deducirán, de una u otra manera, del gasto social.
Pero hay otro hecho quizás aún más relevante. Estos tipejos ultras, todo lo que sea gastar en armas y promover la militarización de la sociedad les pone. Pero no sólo eso; el plan de rearme trata, por lo menos en teoría, de construir un ejército europeo que sea capaz de oponerse a las (supuestas) ansias expansionistas de Rusia, comenzando por llevar tropas a Ucrania que podrían sostener cualquier tregua o tratado de paz,o, ya puestos, ganar la guerra, como sostienen mermados del tipo de Tusk o de Kallas, e imponer la pax zelenskyana. Crear un ejército europeo, pues; ni siquiera desarrollar la coordinación de los 27 ejércitos nacionales. Teniendo en cuenta que en todos los países los elementos más ultranacionalistas se encuentran entre los altos mandos de las fuerzas armadas, caldo de cultivo de la extrema derecha, no es arbitratio sospechar que esos generalotes tan patriotas consideraran cualquier intento de quitarles competencias en aras de un ente superior a ellos como un delito de alta traición. ¿Qué es eso de meclar el glorioso ejército español con el imbarible ejército francés, con el heroico ejército danés, etc.? Nada que ver con la OTAN en tiempos de paz, donde sí que se aceptaba alguna jerarquía -primum inter pares- del ejército norteamericano. En resumidas cuentas, pese a chanchullos y corruptelas que lo beneficien, el malestar militar aumentará con el plan de rearme. A mayor gloria e impulso de los populistas europeos de derechas. Ah, y de Tump.
Pero hay otro hecho quizás aún más relevante. Estos tipejos ultras, todo lo que sea gastar en armas y promover la militarización de la sociedad les pone. Pero no sólo eso; el plan de rearme trata, por lo menos en teoría, de construir un ejército europeo que sea capaz de oponerse a las (supuestas) ansias expansionistas de Rusia, comenzando por llevar tropas a Ucrania que podrían sostener cualquier tregua o tratado de paz,o, ya puestos, ganar la guerra, como sostienen mermados del tipo de Tusk o de Kallas, e imponer la pax zelenskyana. Crear un ejército europeo, pues; ni siquiera desarrollar la coordinación de los 27 ejércitos nacionales. Teniendo en cuenta que en todos los países los elementos más ultranacionalistas se encuentran entre los altos mandos de las fuerzas armadas, caldo de cultivo de la extrema derecha, no es arbitratio sospechar que esos generalotes tan patriotas consideraran cualquier intento de quitarles competencias en aras de un ente superior a ellos como un delito de alta traición. ¿Qué es eso de meclar el glorioso ejército español con el imbarible ejército francés, con el heroico ejército danés, etc.? Nada que ver con la OTAN en tiempos de paz, donde sí que se aceptaba alguna jerarquía -primum inter pares- del ejército norteamericano. En resumidas cuentas, pese a chanchullos y corruptelas que lo beneficien, el malestar militar aumentará con el plan de rearme. A mayor gloria e impulso de los populistas europeos de derechas. Ah, y de Tump.
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