jueves, 27 de marzo de 2025

 

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Son muy comprensibles los esfuerzos de Podemos por crear y capitalizar un clima político y popular más o menos similar a aquel que hace veinte años llenó las calles de las ciudades españolas de una masa nunca antes vista que gritaba ‘No a la guerra’. La guerra en cuestión era la invasión de Irak por las tropas norteamericanas y británicas, con la aquiescencia innecesaria y grotesca del gobierno español. 

Pero poco tienen que ver ambos hechos, uno pretérito y otro por venir. La gran movilización de principios de siglo tuvo un carácter, digamos, altruista, filantrópico. Se protestaba desde dos registros morales, contra la guerra en sí, como forma de resolver conflictos, y, al tiempo, contra una guerra concreta, colonial y fundada sobre una gran mentira (las armas nucleares de Irak). Bueno, en España se agregaba el rechazo a la la oceánica ridiculez de Aznar. Ninguna bomba iba a caer en territorio español, a modo de efecto colateral de la guerra. (ahí se puede establecer un matiz, la masacre del 11M, pero debe desecharse porque cuando se produjeron la grandes manifestaciones, ni se había producido, ni se esperaba, el atentado terrorista de Madrid). 

En resumen, había indignación, pero no miedo. Ahora, Podemos pretende darle la vuelta a esa vis motivadora y basar la oposición a la guerra en el miedo, en el temor a que el Estado Español se vea involucrado en un guerra. No abstracta, que también (y eso está muy bien), sino una  guerra contra la Rusia e Putin que, con mayor o menor explicitud, sugiere la UE para justificar el pan de rearme. Que si caerá un misil en Albacete, que si movilizaran y devolverán en ataudes nuestros hijos y nietos, etc,

Pues bien, niego la mayor. Lo que hay que intentar es, precisamente,un movimiento como el de entonces; fundado en la indignación y no en el miedo. Porque, ¿cuál es el auténtico paralelismo entre ayer y hoy? Una mentira, una mentira como la copa de un pino. Frente a "Irak tiene armas de destrucción masiva" , ahora se dice "Putin tiene intenciones de conquistar Europa, cuando tome Ucrania, invadirá Polonia, o Estonia, o lo que sea". Nada de esto va a suceder. La cosa es tan simple como que Europa sigue obedeciendo fielmente a USA. Trump cree, con o sin razón, no entro en eso, que la política neocon de principios de siglo, una política unipolar a corto plazo, está obsoleta, en buena medida por el espectacular desarrollo de China en este cuarto de siglo. Trump quiere desembarazarse de la OTAN lo antes posible- y, a medio plazo, acabar con la UE, relacionándose uno por uno, y en una posición de poder semicolonial, claro, con cada Estado ubicado en Europa. Y si puede incluir, aun parcialmente a Rusia, mejor. El enemigo, y más para un tipo con mentalidad de tendero (Trump) es China. 

Europa ya solo vende una libertad y una democracia de las que carece y que, ademas, no quiere nadie. Bueno, la quedan unos cuantos euros y Trump le dice a la lúcida van der Leyen y comparsa: “USA ya no garantiza vuestra seguridad, así que armaos”. La UE obedece, pone pucheritos y lanza el ‘plan Rearme’. Sin renunciar al neoliberalismo, por supuesto, lo complementa con un neokeynesianismo militar. De cómo puede suponer el hundimiento de las economías europeas el plan de los 800.000 millones escribiré en un próximo post. En todo caso, ¡que contentos se van a poner Lockheed o Boeing! Y si el asunto de los aranceles le sale bien a Trump, lo mismo vemos más pronto que tarde a Leonardo en Kansas y aNaval en Kentucky.

En resumidas cuentas, que 

               


No es la guerra, es el Capitalismo, amigos.


PS1. El que no corre no mama. Ya mismo, hoy, 28 de marzo, el diario español protofascista, parafascista, semifascista, el Mundo lloriquea porque "La falta de inversión deja los cuarteles sin alimentos", y, por supuesto, su corolario, hay que gastar más en el condumio militar. El EMAD, tan contento. Nada qué ver con el supuesto ejército europeo. La esencia del plan de rearme: más cañones y menos margarina; con mayor precisión, en este caso, más margarina para quienes disparan los cañones y menos para los demás.

 

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