lunes, 20 de octubre de 2025

 

Según las FDI, aunque es todo bastante confuso, Hamás ha asesinado a dos miembros de las mismas y ellas ha respondido matando a 44 palestinos (terroristas, claro).  Después ’ha reestablecido el alto el fuego’. Un alto el fuego bastante flexible, por lo que se ve, Netanyahu lo suprime, de facto, Trump renueva su vigencia, y así. lo. En todo caso, las cosas vuelven a la situación previa al 7O, un judío israelí por cada 22 palestinos. Una proporción aceptable.

Pedro Sánchez, participante en el besamanos a Trump en Egipto, y el PSOE, en general, vuelven al papel de el que, en calidad, nunca se salieron, el de cómplices del genocidio del pueblo palestino. Sumar traga y Podemos eleva la voz, ahora que ya no están en el gobierno.


sábado, 18 de octubre de 2025

 

Siguen las informaciones relacionadas con ese hoax llamado plan de paz de Trump, cuyo objetivo, además de atenuar a corto plazo la indignación de la opinión pública (no la ‘publicada’), es acabar con Hamás. Ahora, nos ‘informan’ del supuesto asesinato de bandas armadas palestinas proisraelitas a manos de Hamás, lo que indigna a Trump, apoyado, además de por Netanyahu, por Abbas, que no puede caer más bajo. Dice el potus que eso no estaba en el plan de paz, y que quizá “no tendremos más remedio que entrar y matarlos" (no sé si con ese plural se refiere a las FDI o a él con la ayuda de Pete Hegseth y Kristi Noem). 

Con esto no quiero ni defender ni criticar a Hamás que, a buen seguro, ha estado matando, y militantes suyos han sido matados, a y por facciones armadas palestinas pagadas por Israel o dependientes de algún modo de la ANP. Tan sólo aludo a la instrumentalización de un hecho para conseguir un fin predeterminado y no exigido por él.  De la entrega de los 28 cuerpos de rehenes israelíes muertos, un as en la manga del consumado tahúr Netanyahu, ni hablo.

Todo apunta a ir preparando el desarme de Hamás, es decir, a implementar lo antes posible una supuesta segunda fase del plan sin las formalidades de la primera, sin negociación ni firmantes. Trump, esgrimiendo la inexistente aceptación del plan por Hamás, exigirá el cumplimiento del punto 6: .- Una vez que todos los rehenes hayan sido devueltos, se concederá la amnistía a los miembros de Hamás que se comprometan a la coexistencia pacífica y al desmantelamiento de sus armas. A los miembros de Hamás que deseen abandonar Gaza se les proporcionará un paso seguro a los países de acogida." y el punto 9:"Gaza se regirá por el gobierno transitorio temporal de un comité palestino tecnocrático y apolítico, responsable de la gestión diaria de los servicios públicos y los municipios para la población de Gaza", gobierno supervisado por Trump y Blair. Hamás, obviamente, se negará, y Netanyahu tendrá carta blanca para continuar la limpezaz étnica. 

Por cierto, creo que ya van unos veinte palestinos asesinados desde el inicio del alto el fuego por soldados o colonos de Israel. Lo normal, antes del 7O. 


miércoles, 15 de octubre de 2025

 

Cuando escribo esto, a media mañana, parece que la huelga general en el Estado español no esta siendo, y eso es mucho, un fracaso, teniendo en cuenta las circunstancias del mundo laboral español, en el que ahora no puedo detenerme. Por supuesto esta noche y mañana los media del sistema, si es que la citan, tildarán la huelga de fracaso. Una fake más al servicio de quien les paga.


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A propósito de las movilizaciones. Leí hace unos días en El País del 9 de octubre un artículo de un tal Santiago Gerchunoff con motivo del alto el fuego acordado por Israél y Hamás. Es bastante corto pero suficiente para reflexionar sobre un asunto que la izquierda pensante tendría que haber acometido hace tiempo y que ahora se ha puesto de manifiesto con las muy numerosas, en cantidad y en número de participantes, movilizaciones propalestinas de estas semanas.

El artículo de El Pais expresa una opinión tópica y típica de la socialdemocracia, muy extendida también en ámbitos derechistas, acerca de estos ciudadanos movilizados. Cito el texto:

“…  En Israel hay alivio y en Gaza se ven niños que ríen, adultos que lloran de emoción, multitudes que celebran el fin —aunque sea momentáneo— del horror. Y, sin embargo, algo resulta desconcertante: en muchas cuentas de redes sociales occidentales, en artículos y declaraciones de activistas que durante meses clamaron por el fin del genocidio, no se percibe alegría. No celebran. Les cuesta alegrarse.”

El autor, después, acepta de muy mala gana la racionalidad de quien considera una trampa el alto el fuego, sin embargo, señala que “los propios palestinos pueden sentir alivio y felicidad, mientras quienes decían representarlos desde lejos solo sienten desconfianza o tristeza”. Pocas palabras, pero suficientes para comprobar que no se entera de nada, o, mejor, que no quiere enterarse. Veamos. En primer lugar, los palestinos, supongo que se refiere a los gazatíes, están muy contentos, y con toda razón, no porque se hayan superados sus problemas materiales e históricos, sino porque saben que, al menos, las siguientes noches podrán acostarse sin saber que es probable que no despierten. Cada día, de momento, con un poco de comida y agua. Una bendición.

Vamos ahora a los aludidos, y criticados, que son esos ‘activistas  (aunque no sé a quién denomina el autor ‘activistas’, me incluyo) que durante meses clamaron por el fin del genocidio” y ahora no se alegran.’.  Coincido parcialmente con el autor en que algunos de los movilizados se mueven por las pavorosas imágenes de personas fulminadas por las bombas de las FDI, especialmente cuando son niños. Sin embargo, no creo que ni un solo manifestante se quede ahí. Todos sabemos que hay un problema de fondo, la inmensa mayoría sabemos que los palestinos tienen la razón histórica y hay algunos que, aunque sean más tibios o equidistantes, piensan que lo que está haciendo el gobierno israelí, la matanza indiscriminada, no es el procedimiento adecuado para solucionar el conflicto. Por la tregua nos alegramos todos los que salimos a la calle por una Palestina libre. Sigamos.

 El occidental que no sufre en su cuerpo el conflicto, que no pierde a un hijo ni vive bajo las bombas, sufre de otra cosa: de una pérdida de sentido. Lo que podría extinguirse con el alto el fuego es la urgencia de su causa. Esa causa que le permitía salir a la calle, gritar, sentirse parte de algo, compartir una emoción política. Como toda movilización, tenía también algo de fiesta: una comunidad, un calor. Al llegar la tregua, esa energía se apaga. Y con ella aparece un vacío

En este párrafo se observa un amago de emplear el falaz truquito de las butacas, ellos están sentados en sus butacas mientras juzgan a aquellos que se matan o que sufren las calamidades de la guerra, el hambre, etc. Ocurre que aquí no permanecemos desparramados en nuestras butacas, nos movilizamos porque no podemos hacer más. Eso se llama solidaridad, empatía, con las víctimas de una opresión violente -aniquilación, en este caso- y, por supuesto,  con un componente de ‘egoísmo’, porque la lucha, sea cual sea, apunta a un mundo en que no únicamente los palestinos, la gran mayoría social nos encontremos mejor. Es probable que, si consiguiéramos nuestro objetivo final, sentiríamos un vacío, pero estamos muy lejos de ello; quizá el autor tiene suficiente con que por ahora no se asesinen palestinos, aunque el genocidio vuelva dentro de un mes y, mientras tanto la crueldad, la opresión, la discriminación, persistan.

Lo que sigue es de traca:

… cuando la violencia amaina, también decae el fervor. Lo paradójico —y melancólico— es que quienes pedían el fin del baño de sangre parecen entristecerse justo cuando su deseo empieza a cumplirse. Lo que pierden no es solo una lucha: es una identidad.”

Tan sencillo como negar la mayor, nuestro deseo no ‘empieza a cumplirse’. Eso es lo que dice Trump y lo que quieren vendernos de tapadillo estos mercachifles de El País y similares, que el alto el fuego forma parte de un plan, el de los 20 puntos, que ese plan se ha asumido por unos y otros y que nos llevará al fin de la disputa histórica en Palestina donde la Justicia reinará. Tras más líneas remachando este clavo de la tristeza y la desmovilización, una auténtica falacia del espantapájaros: nosotros no somos eso que él inventa para fundamentar sus tesis.

Pero hay algo más profundo detrás de esa paradoja: el viejo problema del humanismo y sus trampas […] El activista occidental que milita a miles de kilómetros no lo hace desde su experiencia, sino desde una abstracción moral. Su compromiso se justifica en nombre de la humanidad: la solidaridad entre seres racionales, la empatía universal. Siguiendo el eco kantiano, se siente llamado a oponerse a la injusticia dondequiera que esté […] El humanismo moderno heredó, sin reconocerlo del todo, algo del platonismo más extremo: la ilusión de que el bien y la justicia existen como ideas puras, accesibles y apropiables a través de la razón

No hay ningún viejo problema del humanismo. El humanismo tiene muchos, y algunos muy remotos, antecedentes, pero cuando se habla del humanismo la referencia es el humanismo político, al de la Ilustración, el que se basa en la moral y en la razón, evocamos desde  Kant y Rousseau a Rawls y Habermas. En esta acepción, lo que dice al autor en el párrafo de arriba es cierto. Sin embargo, derrapa cuando afirma la deuda del ‘humanismo moderno’ (supongo que se refiere al ilustrado) con platón. Es exactamente lo contrario. Platón a firma que la verdad, la justicia, la belleza, etc., habitan un mundo inteligible -un mundo ajeno al humano, aunque accesible a él en determinadas circunstancias- y lo habitan en sus contenidos, esto es, en lo verdadero, lo justo, lo bello, mientras que para el humanismo la verdad, la belleza y el bien son formas que están, necesaria y universalmente, en el humano, pero que los contenidos de esas formas los crean los humanos y son contingentes en la medida en que esos humanos son históricos. Por supuesto, luego puede darse mayor o menor peso a la historia o a la naturaleza; otra temática harto importante que soslayo aquí. Cuando el autor escribe que “Toda ética verdadera parte de nuestra condición corporal, particular, histórica y mortal” está en lo cierto, pero eso no desmiente el ‘humanismo moderno’.  El autor, que creo que es filósofo, confunde la Verdad con lo verdadero, y así sucesivamente. En fin.

Por mi parte, sí creo que hay una crisis del humanismo, en concreto del humanismo, no ‘moderno’, que es como no decir nada- sino ‘liberal’, pero esa crisis no tiene nada que ver con las consideraciones del autor.  Así:

No existe el lado correcto de la historia. Hay que asumirlo de una vez. Solo hay seres humanos situados, que actúan desde su cuerpo, su historia y sus límites. Tal vez lo verdaderamente humanista —y lo verdaderamente difícil— sería alegrarse hoy, con la gente que festeja en Gaza, por el simple hecho de que, al menos por un instante, las bombas han dejado de caer.”

No existe un ‘lado correcto de la historia’, universal y atemporal, precisamente porque el lado corriente de la historia es socio-histórico, en cada momento hay uno o más ‘lados correctos’ y son los humanos en su relación social, es decir, colectivos de humanos, quienes deciden cual es el lado bueno y cómo deben actuar, un lado bueno que será el lado malo para otros colectivos contemporáneos. Se llama ideología y todos la tenemos. Todos. Si creemos que el sionismo es un proyecto colonialista de asentamiento y que el llevarlo a la práctica conllevó limpieza étnica y genocidio -como el resto de colonialismo a lo largo del devenir histórico - estamos en un lado de la historia que nosotros llamamos ‘bueno’ y otros, como Trump y Netanyahu, llaman malo. Y viceversa. En definitiva, nos alegramos que “las bombas han dejado de caer” y nos entristecemos sabiendo que es sólo “por un instante”.

En todo caso lo anterior es una buena base para pensar en torno a las movilizaciones populares, su relación con la política institucional, las condiciones de  su aparición y de su eventual agotamiento. Lo intentaré en el próximo post.


martes, 14 de octubre de 2025

 

Ridícula (otra más) entronización de Trump en Egipto, rodeado de mandatarios de países lacayos -un admirador, un amigo, un esclavo, un siervo-, en la que faltaban Netanyahu y Hamas, aunque sí estaba, como no, ese cipayo Palestino, Abbas, presidente de una ANP y Fatah zombis. Lo curioso del acto, reitero , es que celebra algo irrelevante la práctica: el plan de paz de los 20 puntos. Es todo bastante extraño, los hechos son claros -un alto el fuego[1], firmado y, ya veremos, implementado, por los contendientes de una guerra que no es una guerra, o que sólo lo es cuando interesa para elaborar el relato occidental, y que no va ni un milímetro más allá.

Ciertamente, el alto el fuego comienza: “1. El presidente Trump anuncia el fin de la guerra en la Franja de Gaza y que las partes han acordado implementar las medidas necesarias para ese fin.” Trump anuncia el fin de la guerra en Gaza y el comité de majaras que mañana habrá lluvias y buen tiempo. Vale, que anuncie. En el resto de los puntos, los que valen, sólo se establece el intercambio de presos/rehenes, la retirada de las FDI a la parte de Gaza no costera por detrás de una línea amarilla (más o menos la mitad de la Franja) y formar “…un grupo de trabajo compuesto por representantes de Estados Unidos, Qatar, Egipto, Turquía y otros países acordados por las partes, para dar seguimiento a la implementación con ambas partes y coordinarse con ellas.” Es decir, un acuerdo muy concreto, excepto en el punto final, que establece un grupo de trabajo de seguimiento del alto el fuego y que constituirá, supongo, el marco para negociaciones posteriores, si las hay, sobre el conflicto en general.

Ni más ni menos. Y ya, de momento, hay tensiones porque Israel no ha liberado a algunos militantes que exigía Hamás y, por lo que parece, ya tiene el objetivo inmediato de destruir los túneles de Gaza, lo que no se incluye en el texto y que, además, implicaría vulnerarlo porque gran parte de esos túneles se hallan por encima de la línea amarilla, donde no pueden entrar las FDI. Además, vamos sabiendo que de los 200 o 250 presos con condena anterior al 7º, más de 100 han sido deportados fuera de Palestina; y que, por el momento, Israel ha asesinado a cinco palestinos desde el inicio del cese del fuego.

No quiero ser conspiranoico, pero no descarto un rumor que corre por ahí y que parte de un dato cierto: Trump es un matón perdonavidas con todos los países del mundo excepto con dos, uno es Rusia, que tiene tanto o más armamento nuclear que USA y para el que no valen las bravatas, dada la guerra proxi de USA con ella (hic Rhodus, hic salta); además Trump considera a Putin un tipo más psicópata que él, le acojona. El otro es Israel. Ya es sabido el apoyo de USA al proyecto sionista desde la IIGM, pero la chulería fáctica de Netanyahu con Trump es más que sorprendente. Por ejemplo, Israel y Hamás habían aceptado, con la ratificación de Trump, un alto el fuego en enero de este año, alto el fuego que Israel violó repetidamente hasta que lo rompió de manera unilateral. Trump tragó, con apenas alguna suave crítica a su aliado.

Ahora Trump y Netanyahu elaboran conjuntamente un plan ‘de paz’ que supone el primer objetico táctico del gobierno israelí: acabar con Hamás e imponer, como mínimo, una autoridad en Gaza, palestina sí, pero dócil y entreguista. Ante la muy previsible negativa de la resistencia armada, y política, palestina, Netanyahu ya tendrá la justificación para continuar el genocidio; y ahora, sin rehenes, es decir, con la aprobación del 99% de la población judío-israelita.

Hay un rumor, probablemente, un bulo, que afirma que el problema consiste en la sujeción de Trump a Israel debido a que el Mossad tiene una copia de los numerosos papeles de Epstein y que, con ellos, estaría chantajeando a Trump, y, de paso, al partido Demócrata. Quizá sea un fake, pero bien urdido. Es obvio que Trump se resiste como gato panza a arriba a hacer públicos esos papeles que, con toda seguridad, le implican hasta las cachas como un pederasta cabal, y que el partido Demócrata, que pudo hacerlos públicos en el mandato de Biden, también los escondióo. Ay, Clinton, Clinton, entre otros ínclitos demócratas y republicanos. Para poner la guinda, el Mossad está considerado -otra conspiranoia, su (no) despiste durante los preparativos del 7ºO- el mejor servicio secreto de inteligencia del mundo. En todo caso, ante el previsible desprecio práctico de Israel del plan de los 20 puntos, una provocación para el inconmensurable ego de Trump, veremos que hace éste, desmintiendo o reforzando la narrativa conspiranoica.




 


domingo, 12 de octubre de 2025

 

Dos asuntos que mencioné anteyer. Las dificultades de la ‘primera fase’ del plan de paz de Trump, así como su carácter falaz y meramente propagandístico, y, en segundo lugar, la concesión del premio Nobel de la Paz.

El viernes se firmó el acuerdo entre Hamás e Israel y ya han surgido un problema serio, precisamente el que apunté en el anterior post. El intercambio de presos, incluía la entrega por Hamás a Israel de los cerca de cuarenta prisioneros militares y rehenes civiles en su poder, tanto si están vivos o como si murieron (en este caso, sus cadáveres). Asu vez, Israel liberaría a 1700 palestinos detenidos tras el 7 de octubre y a 250 presos condenados a cadena perpetua. Dado que estos últimos son bastante más de 250, el gobierno israelí ha elaborado una lista con la que, era previsible, Hamás está en desacuerdo: Entre los históricos militantes palestino con cadena perpetua no se encuentra, entre otros, Marwan Barghouti, del que ya he hablados, líder de las primeras intifadas y cuya liberación ha sido siempre un reclamo constante de la resistencia palestina. Mantener en prisión a  Barghouti puede suponer una frustración del pueblo palestino que obstaculice el desarrollo del alto el fuego, mientras que, si Netanyahu accediera a incluirlo a él, y a otros dirigentes de Hamás también excluidos, en la lista de los 250, es más que probable que la presión de la extrema derecha sionista, fuera y dentro del gobierno, pusiera en riesgo la misma continuidad de éste. La ‘primera fase’, aun reducida a su mínimo necesario, no va a ser un camino de rosas, precisamente.

El otro asunto. Dudo entre atribuirle a la decisión de otorgarle a Corina Machado el calificativo de jugada maestra o considerarla la mayor cagada de la historia del Nobel (Kissinger era un asesino, pero al menos, sí tenía en su bagaje el reconocimiento, por cuestionable que fuese, de colaborar en el fin de la guerra de Vietnam). Es probable que sea lo primero en el corto plazo y es seguro que sea lo segundo a medio/largo. Supongo que el Comité nobel de Noruega se ha visto sometido a tremendas presiones por parte  de Trump y de su entorno, llegando aquel a decir que no darle el premio era un insulto a USA. El ridículo, terrible pero ridículo, llegó a su apogeo cuando políticos noruegos instaron a su gobierno a prepararse para recibir posibles represalias de USA, subidas de aranceles o cosas peores. Por otro lado, el Comité es nombrado por el parlamento noruego, y no olvidemos que Noruega es miembro de OTAN y una firme aliada de Estados Unidos. 

Por el flanco opuesto, darle a Trump el Nobel habría sido una bomba, habría puesto contra el Comité no sólo a la izquierda, también al establishment liberal de Norte Global -la fracción liberal del establishment, si se prefiere- que sigue siendo, por ahora, globalmente mayoritaria en la UE y los países anglosajones - en su contra. Tenemos a un embustero compulsivo que se arroga falsamente haber mediado exitosamente en conflictos más o menos bélicos, un dictador innato que puede llevar a USA al autoritarismo, un tipo que aprueba deportaciones en masa y asesinatos extrajudiciales en aguas internacionales; la lista es inacabable. El margen de maniobra del Comité se halla, pues, muy limitado ante tal tipo. No se le podía entregar el galardón a Trump, pero tampoco se le podía denegar, sin más. De este dilema surge una inesperada solución salomónica, hábil e ingeniosa, aunque paticorta: Ni dar, ni no dar, dar un poquito, esto es, la solución Corina Machado. 

Corina es Trump en Venezuela. Una política que tomó parte en el golpe a Chavez del 2002 y que ha estado detrás, apoyandolas, de todo tipo de asonadas, guarimbas y golpes de Estado. Una persona de ultraderecha -participó en un reciente acto de Vox-, ultraneoliberal, que no admite resultados electorales contrarios y acusa de fraude, deslegitimando a todo el Estado (¿Te suena, Donald?). Una trumpista venezolana, un instrumento interno de USA en su intención de derrocar por la fuerza a Maduro (como dicen los media occidentales, ‘el régimen de Maduro’, nunca ‘el régimen de Trump’, qué raro). La farsa llega hasta el punto que Trump, al conocer la decisión del Cómite, y tras su pueril berrinche al uso, señaló el gran mérito de Machado, contra la que, por los obvios motivos mencionados, no puede arremeter, e hizo hincapié en que la galardonada no había perdido tiempo en llamarlo para dedicarle el honor. No fue exactamente así (si el orangeman no miente, estalla), pero es cierto que Corina escribió en su primer X: “I dedicate this prize to the suffering people of Venezuela and to President Trump for his decisive support of our cause!”. Corina sabía perfectamente lo que tenía qué hacer para aplacar la cólera de Trump y hacerle partícipe del premio. Conociendo a Trump como le conocemos todos, un estúpido inmaduro, lo conseguirá sólo en parte; él no quiere compartir los juguetes con nadie. Pero, reitero, tampoco arremeter contra el comité por darle el premio, asumiendo sus actividades, a Corinna

Producen estupor las palabras del portavoz del Comité Noruego al explicar por qué se le ha conferido el Nobel de la paz a Machado: solemnemente, eso sí, una sarta de disparates argumentales y de datos fakes que no se sostienen de ninguna manera; en cualquier caso, es indefendible la decisión del Comité en los términos que ellos quieren proyectar al mundo, reconocer y recompensar al autor de unos actos que favorecen la paz en cualquier territorio. Descartado esto, por obvia irrealidad, ¿cuál es el sentido, deliberado o no, de este Nobel? Únicamente, creo, contribuir a la legitimación de la agresión bélica que Trump está preparando contra Venezuela con el objetivo de acabar con Maduro (en la fantasía y a la vez coartada de Trump, el presidente de un Estado narcoterrorista). Una intervención armada del ejército norteamericano que Machado lleva pidiendo desde hace años, y ahora, que parece más cercana, con mayor denuedo. Es posible que los miembros del Comité Nobel de la paz se crean su propia palabrería, pero lo que han hecho este año es impulsar una guerra. No creo que el Nobel pueda recuperarse de esto, demasiado escandaloso, sobre todo si esa posible guerra entre Venezuela y USA llega a suceder. 

Todo esto configura una situación a la que es aplicable aquello de la trampa de Tucídides, el antiguo hegemón, superado económicamente por uno nuevo en vías de sustituirlo, o así lo cree, amenaza con hacerlo, emplea su fuerza militar para recuperar la hegemonía mundial, que, en su visión, nunca puede ser más que la de una sola potencia. Una nueva Guerra Fría a la que una de las partes, la superpotencia en auge, se niega a jugar. Aunque sabe que quizá sea inevitable y se prepara para el armagedón. Me refiero, claro, a USA, superpotencia declinante,  y a China, con Rusia como socio nuclear, superpotencia pujante. De hecho, en los ámbitos de la OTAN ya se habla de que se ha iniciado una ‘guerra híbrida’ -creo que la ínclita von der Leyen ya ha empleado el término- y se inventan provocaciones rusas, drones o aviones de cómbate que entran en terreno ‘enemigo’, así asumido por Polonia y los países bálticos, para ´provocar’, y fakes o semifakes de ese jaez. 



viernes, 10 de octubre de 2025

  

Provoca vómitos leer hoy, especialmente hoy, las portadas de los principales periódicos españoles, o sea, de Madrid. Supongo que, en general, todos los media mainstream occidentales de derecha o de centro (y unos cuantos que creen que ser social-liberal equivale a ser de izquierdas)  

Hay unanimidad en celebrar la tregua entre Israel y Gaza, entre el gobierno de Israel y Hamás (suscrita también por la Yihad Islámica y el FPLP, para qué ponerse precisos) ha suscitado la alegría, a la que me añado, y hasta el entusiasmo en un alarde de cinismo que presenta el alto el fuego como una ‘paz’. Sobre está plétora de euforia escribiré unas líneas. 

El Mundo: “La paz de Trump desata la euforia en Israel y Gaza”, ABC:”El todo o nada de Trump. El pacificador”, La Razón: “Trump, artífice del éxito de las negociaciones, habla del ‘principio de una paz duradera’”. Nótese que falta El País, lo que se explica reparando en que su segunda noticia es: “Trump plantea expulsar a España de la Otan si no eleva el gasto militar”. No es buen momento para glorificar a Trump. El problema que se observa no es tanto el sesgo derechista cuanto el hecho de que no se enteran de nada, o bien que no quieren enterarse de nada, o bien que se enteran, pero publican lo contrario. 

El plan de los 20 puntos es un disparate que no sólo no busca la resolución consensuada, como mal inevitable, pero acordada por las dos partes, sino una materialización del triunfo del Israel sionista (por cierto, el único Israel posible) que, por supuesto, no va a ser aceptado, al menos hasta la culminación de la limpieza étnica por ningún palestino mínimamente nacionalista. El único mérito que puede atribuirse a Trump, aunque en rigor le corresponde a U.S. Army y a la CIA, es que los palestinos e israelíes tiene que recurrir a omisiones y eufemismos para eludir el manifestar su rechazo al plan Trump de paz. 

En concreto, Netanyahu acuerda el plan con Trump en la Casa Blanca, pero, en cuanto llega a Jerusalén declara, en hebreo, claro, que su gobierno se asegurará que unos de los puntos del plan, la posibilidad de los dos Estados, no se cumpla. Lo que Israel y Palestina han firmado es un acuerdo de alto el fuego indefinido -es decir, que puede durar una semana o mil años- con un intercambio de presos, y las condiciones, tiempos, espacios que siguen ocupados, número de presos de cada lado, etc. Para evitar el disgusto de Trump, este acuerdo se considera incluido en el Plan del increíble hombre naranja a modo e Fase I del mismo. Formalmente, podría considerarse que ello implica aceptar el plan en su conjunto, pero nada más lejos de la realidad. 

Israel sabe que sumarse a este plan le beneficia porque es, de facto, una sanción de la derrota palestina, y, sobre todo, porque sabe que la resistencia de Palestina no lo va a aceptar y va a luchar contra él. Por cierto, una posición, esta última, que se ha venido repitiendo a lo largo de la historia del ‘conflicto’. Y, en efecto, Hamas se ha opuesto, por omisión, a casi todos los veinte puntos. La posición de Hamás queda clara en lo que interpretan que han firmado. Comunicado de ayer de Hamás:

Tras negociaciones serias y responsables llevadas a cabo por el Movimiento y las facciones de la resistencia palestina en relación con la propuesta del presidente Trump en Sharm el-Sheij, con el objetivo de poner fin a la guerra de exterminio contra nuestro pueblo palestino y la retirada de la ocupación de la Franja de Gaza, el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) anuncia alcanzar un acuerdo que estipula el fin de la guerra en Gaza, la retirada de la ocupación, la entrada de ayuda humanitaria y el intercambio de prisioneros.

Claramente, lo que se llama primera fase y que, en realidad, es un pacto de alto el fuego y , se supone, de unas negociaciones ulteriores en pos de una paz (imposible, por cierto, ya que el ‘conflicto’ es del tipo antagonista). Incluso esta ‘primera fase’ va a encontrarse con multitud de obstáculos. Por ejemplo, si se van a liberar a todos esos 250 militantes palestinos condenados a cadena perpetua. Para el régimen sionista muchos de ellos son un claro peligro en tanto que pueden revitalizar la resistencia. En concreto, un ode ellos, Marwan Barghouti, es una especie de mito nacional. Disidente de Fatah, puede fortalecer la lucha en Cisjordania, acelerando el fin del colaboracionismo de las más que podridas ANP y Fatah de Mahmoud Abbas. 

Iba a hablar de la muy improbable concesión al Nobel de la Paz a Trump, y veo, que las ilustres y despejadas cabezas de Comité Noruego se lo han dado a ¡Corina Machado! Hablare en otro momento sobre ello. Todo me recuerda a aquello del Hamlet: “Los tiempos están desquiciados”.


lunes, 6 de octubre de 2025

 

Aunque trate preferentemente del genocidio llevado a cabo por el colonilismo sionista contra el pueblo palestino, esta mañana me ha llamado la atención la dimisión del primer ministro frances Lecornu que ha durado apenas tres semanas, después de  Attal, ocho meses, Barnier, tres meses, y Bayrou, nueve meses. Está claro que no hay un problema de primer ministro, sino de Presidencia y, diría, de la V República. Macron se aferra al puesto como lo hace Sanchez, aunque con menos trapisondismo que nuestro stendhaliano presidente de gobierno. Pero es imposible, la UU, y Macron el primero, están embarcados en un keynesianismo de guerra (si es que eso existe) y una austeridad brutal: 44.000 millones para reducir el déficit más 64.000 millones de aumento de gastos en defensa (3.500 millones en 2026). Y pongo 'más' porque todo eso se deduce del gasto social. Las deudas se pagan, y se pagan con impuesos, a no ser que Francia, sin moneda propia, entre en quiebra; que ya se ha publicado y desmentido). La UE hace aguas econòmica y políticamente por todos lados. Ocurre que en Francia, al igual que hay una extrema derecha notable, como en el resto de Europa, hay una fuerza poderosas, todo lo ambigua e incoherente que se quiera pero izquierda, La France Insoumise y eso supone una diferencia harto relevante con tantos otros pises más pronto que tarde condenados a gobiernos de extrema derecha.


Del 'conflicto' no sé apenas nada nuevo, parece que ya están reunidos en el Cairo negociadores israelítas y de Hamás y que se incorpararán despues enviados de Trump, su yerno y Witcoff, para aprobar o vetar acualquier acuerdo al que se llegue. Quien manda, manda. En todo caso, es difícil que la negociación vaya más allá del asunto de los rehenes israelitas, que son ya una patata caliente para unos y para otros, y del alto el fuego. De momento, continúan los bombardeos de las FDI. Cada día que pasa hay más gente dentro del establishment del Norte Global que comprende que el resto del Plan Trump es papel mojado. Empezando por el gobierno de Netanhayu. Ni Smotrich ni Ben Gvir ni, incluso la mayor parte de la población sionista, una vez liberados los rehenes, van a aceptar los restantes puntos del Plan. No obstante, el viernes anuncia el Cómite Nobel el premio de la Paz de 2025 -nótese la coincidencia de fechas-  Trump debe estar convencido, en su mundo solipsista, que se lo van a dar. Otra venganza más del agente naranja a partir del próximo finde.

           

Adjunto el texto de hice este doming o. Meparece un poco ladrillo y, sobre todo, ,habría que detallar y argumentar algunas ideas que se expresan sin mayores contemplaciones, algo que excede con bastante el blog. No obstante, reflejan lo que pienso.

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Ayer, millones de personas se manifestaron en Europa y Latinoamérica contra el genocidio y la limpieza étnica de Israel, el último, pero no el menos salvaje, Estado colonialista. En España, más de ochenta poblaciones, con Madrid y Barcelona sumando trescientos mil asistentes (aunque las cifras son confusas, no vamos a fiarnos de la policía municipal de Madrid, llena de fascistas y con Almeida al cargo; ya puestos, tampoco de la de Barcelona). Por cierto, enorme el aplauso de casi todo San Mames a los exiliados palestinos en Euskadi.

Son muchas personas. ¿Cuántas saldrían a apoyar al Estado sionista y a su política, no considerándola asesina sino una razonable represalia por los atroces desmanes cometidos el 7 de octubre del 23? Si escribo que una centésima parte, seguramente exagero su cuantía. Pero, por mucho que me repugne, se trataría de un posicionamiento político y moral. Como habría dicho Rafael el Gallo, “hay gente pa tó”. Ninguna posibilidad de acuerdo, ni siquiera de entendimiento, tan sólo relación de fuerza. Relación que se invierte cuando salimos de la calle y vamos a los despachos: el establishment mundial se añade, en la práctica, a los sionistas, y los millones en las calles, de momento, perdemos. Mucho más allá de Trump y Netanyahu, la estructura geopolítica mundial apuesta por el Estado sionista y su rol en Oriente Medio

La lógica republicana de la representación, en manos de unos políticos profesionales al servicio, en primera o última instancia, de la reproducción del capital, se ha convertido en un instrumento cínicamente antidemocrático. La irrupción política, aunque sea puntual, del pueblo, de la gente del común, cuyo único acto político permitido es votar cada cierto tiempo (dentro del abanico de opciones electorales que se le presenta, opciones que ‘difieren en lo accesorio y coinciden en lo importante’), es motivo de sorpresa, primero, y, si se mantiene y crece, de preocupación, después, y, por fin, de miedo. Por eso, toda demanda política que surge de la iniciativa popular se intenta, desde ha izquierda sistémica, la socialdemocracia, absorber y controlar, desde la derecha, ignorar y, en su caso, destruir.

Buen ejemplo de esto es la reacción de la prensa en España ante unas calles llenas de manifestantes. Por citar a los cuatro capitalinos, los más influyentes (junto con la Vanguardia, que todavía conserva algo de periodismo, a diferencia los de Madrid, simples plataformas manipuladoras al servicio de PSOE, PP y VOX), el único que le da el lugar que le corresponde, primera plana, es el País, Sánchez quiere, hay que tener la cara de cemento, presentarse como el adalid de Palestina en occidente; desde hace unas semanas y hasta que deje de convenir a sus pretensiones de perpetuarse en el cargo. Por su parte, la prensa de derecha minimiza u oculta las manifestaciones. No vaya a producirse un desplazamiento electoras masivo, como sucedió con la oposición a la invasión de Irak.

Las movilizaciones de estos días tienen tres rasgos que las hacen peligrosas, que amenazan, aunque de momento, muy lejanamente, al Orden reinante. Una es la potencia de contrapoder. Se originan desde una hybris, en tanto que a los llamados ciudadanos, que señalaba arriba, sólo les es permitido votar o, en términos más generales, seguir la normas que las instituciones establecen para ellos; autoorganizarse y enfrentar al Poder es subversivo y debe suprimirse. Junto a esto, el contenido de aquello que se reclama. Las movilizaciones propalestinas únicamente tienen parangón con las de la del ‘no a la guerra’ en tanto no hay una petición a las instituciones para que se les consiga tal o cual beneficio. Son actos solidarios, básicamente morales, porque no se busca un interés propio sino el de otros en un marco mental de hacer justicia. Moral, justicia, solidaridad, nada más alejado de la política al uso, palabras siempre peligrosas, que se ridiculizan mientras mueven pocas fuerzas, pero que llegan a causar terror cuando evolucionan a un riesgo real e inminente. Los que nos manifestamos no somo ingenuos, sabemos que el problema de Palestina y el sionismo no se resuelve con una jugarreta de Trump, que se halla anclado en la estructura geopolítica actual y que, por ello, exige un cambio radical de la gobernanza de las sociedades. Muchos descubrimos que ya es insoportable habitar un mundo en que un Estado extermina a un pueblo, asesina diariamente a decenas o cientos de personas desarmadas, y los oligarcas, los que tienen en su mano acabar con ello, elaboran argumentarios ridículos y siniestros.

El tercer rasgo es que, en las movilizaciones, el pueblo está cogiendo cada vez más músculo, operativo, pero ambién intelectual; la población construye pueblo y cultura del pueblo, que siempre es un ente dinámico, un movimiento antidominación, una lucha contra la relación de dominación. Ya no es que seamos un millón o diez millones, es que cada vez somos más, cada vez sabemos mejor lo que son atajos y las falsas soluciones que no solucionan nada. Cada vez muchos, sin dejar de sufrir por los palestinos masacrados,  van comprendiendo el paisaje político en que se inserta la barbarie. Veo muchas personas resueltas, entre ellas muchos jóvenes, ausentes en otro ripo de manifestaciones, que están dispuestas no sólo a gritar, también a poner sus cuerpos, a avanzar en el terreno de la desobediencia civil. Quizá sea ingenuo, pero veo que se va alcanzando un nivel de conciencia de la situación global que va más allá del impulso moral de solidaridad, cuando doblan las campanas en Palestina, siguiendo a Donne, “no preguntes por quién doblan las campanas; doblan por ti. 

Ya que lo he citado, a continuación el hondo poema de John Donne, que tiene mucho que ver con las movilizaciones por Gaza:


                       Por quien doblan las campanas

¿Quién no echa una mirada al sol cuando atardece?

¿Quién quita sus ojos del cometa cuando estalla?

¿Quién no presta oídos a una campana cuando por algún hecho tañe?

¿Quién puede desoír esa campana cuya música lo traslada fuera de este mundo?

Ningún hombre es una isla entera por sí mismo.

Cada hombre es una pieza del continente, una parte del todo.

Si el mar se lleva una porción de tierra, toda Europa queda disminuida,

como si fuera un promontorio, o la casa de uno de tus amigos, o la tuya propia.

Ninguna persona es una isla; la muerte de cualquiera me afecta,

porque me encuentro unido a toda la humanidad;

por eso, nunca preguntes por quién doblan las campanas; doblan por ti.

                                                John Donne, 1624



sábado, 4 de octubre de 2025

 

Después de muchos paseos por internet he conseguido el texto del comunicado de Hamas en que se posiciona frente a la ‘propuesta’ de paz de Trump. Es curioso como a google y a las ‘prensa libre’ occidental, lo que le interesa es colocar su interpretación (política) del texto, no el texto en bruto. Algunos se los hacen de posmos, pero no cuela, es pura manipulación amparada en su quasi-monopolio. 

Por lo que he leído, Hamás ha reaccionado de manera inteligente, aunque no exenta de riesgos. En primer lugar, la retórica es muy moderada, se tragan sapos y culebras para no atacar la hipócrita y servil actitud, que no es, precisamente, nueva, de las dictaduras de Egipto, Arabia, Jordania, Turquí, Qatar, etc-, apoyando el plan de Trump; y a éste mismo, hay que tener un gran autocontrol, desde luego. Hamás acepta la entrega de los prisioneros militares y rehenes civiles israelitas a cambio de prisioneros y rehenes palestinos en prisiones y campos de concentración isralíes. Y, por supuesto, a cambio de un alto el fuego. Hamás que, sin caer en la propaganda occidental, debe estar seriamente tocado tras dos años de matanza de las FDI, no puede hacer otra cosa. Los pocos prisioneros (creo que ya solo les quedan vivos menos de cuarenta militares) apenas servían ya para ejercer contrapeso y, en cambio, le venían pintiparados tanto a Netanyahu, para justificar su carnicería contra Gaza, como a la oposición anti-gobierno, que podía utilizar el fervor popular por la liberación de los rehenes para atacar a Netanyahu por sus escasos resultados al respecto. Por cierto, una población, la israelita, a la que le importan más cien rehenes israelíes que setenta mil palestinos asesinados. Quizá hablaré en el futuro sobre esto, aunque no creo, porque iba a rebasar mis líneas rojas de pesimismo declarado.

Más allá de la aceptación del intercambio de cautivos y del alto el fuego y ayuda humanitaria a la masacrada y exhausta población de la Franja, Hamás ya no se compromete lo más mínimo. Dice lo que tiene que decir, que no acepta, sin más, los otros puntos, los cuales deberán ser objeto de una negociación. Y Hamas va más lejos. Acepta entregar la administración del territorio gazatí “… a un organismo palestino compuesto por independientes (tecnócratas), basado en el consenso nacional palestino y apoyado por el respaldo árabe e islámico”, pero, obsérvese, no se alude a ese inefable ‘Consejo de Paz’, presidido por Trump y Blair que supervisaría al comité de ‘tecnócratas’. De hecho, ya hay declaraciones de dirigentes de Hamás que afirman que es impensable.

Para remachar lo que es un rechazo implícito, Hamas afirma que: “En cuanto a los demás temas incluidos en la propuesta del presidente Trump relacionados con el futuro de la Franja de Gaza y los derechos legítimos del pueblo palestino, estos están sujetos a una postura nacional integral y deben basarse en las leyes y resoluciones internacionales pertinentes. Estos asuntos se debatirán en un marco nacional palestino unificado, en el que Hamás participará y contribuirá con plena responsabilidad”. De aquí, del “que Hamás participará”, se deduce que se rechaza lo que para Trump y, especialmente, para Netanyahu es lo principal, los puntos 6 y 13, que suponen la disolución de Hamas. Hay otros puntos, como los del plan económico centrado en la inversión extranjera y la creación de una Fuerza Internacional para la seguridad interna de Gaza, que ni se mencionan en el comunicado; cabe pensar que son opuestos a la visión de Hamas sobre el futuro de Palestina; muy difícilmente asumibles.

En definitiva, proclamar, como se hace, que Hamas hace suyo el plan Trump es una falsedad más de los media y gobiernos occidentales (y me temo que de buena parte de los orientales). Lo importante ahora es ver como reacciona Trump a la respuesta de Hamas. No tengo nada claro si la va a considerar un rechazo, sin más, o se plegará a una negociación que puede ser larga y compleja, una vez cumplidos los puntos 3, 4 y 5, sobre los que sí parece que hay acuerdo. Cuando Trump -sin olvidar la influencia de Netanyahu- opte, y como implemente la opción elegida, será el momento de analizar el panorama que se abre a los diversos agentes. 

Por lo que veo, las manifestaciones están siendo un éxito. No obstante, hay que tener en cuenta que el objetivo inmediato que todos tenemos in mente es parar el genocidio, manifestado en las decenas de palestinos asesinados diariamente. Pero, urgente y necesario este objetivo, hay otro estratégico menos movilizador en el estado actual de conciencia de los pueblos. Veremos.


                    Llanes. Poco más de 200 personas bajo la lluvia. Emocionante




viernes, 3 de octubre de 2025

 

Antes de nada, mi absoluto apoyo y solidaridad con todos los que ayer salieron a la calle a protestar por brutal sojuzgamiento -aunque, hablando de Israel, el calificativo ‘brutal’ y otros peores, parece ocioso- de la Flotilla Sumud por las FDI. Mañana debemos (por suerte, en Llanes hay una concentración) tomar las calles -y, más, si se puede- en toda España, Cataluña, Euzkadi, en toda Europa y en todo el mundo mundial. Aunque sólo sea, de momento, para meterle el miedo en el cuerpo a todas las oligarquías: no en nuestro nombre. Seguimos. 

Ayer toque un asunto, el de los grupos armados palestinos no ya intervenidos, sino pagados y dirigidos por Israel, Son generalmente pequeñas milicias lideradas por líderes salidos de clanes beduinos, relativamente poco integrados en la dinámica social de Gaza. En Cisjordania basta con los zipayos corruptos de la ANP/Al-Fatah, que hacen que en buena medida Cisjordania sea un protectorado del Estado colonial-sionista. 

Al hilo de esto, unas breves líneas sobre el manido asunto de los orígenes de Hamás y su ‘captación y financiación’ por el Likud, en particular por los gobiernos presididos por Netanyahu. Se ha escrito mucho sobre ello, pero no hay datos contrastados o contrastables. O sea, no hay materiales escritos o grabados que arrojen una luz inequívoca. Lo que sigue es mi opinión tras leer diferentes versiones del asunto. En primer lugar, no creo que Hamas haya sido un producto de las actividades de los servicios secretos israelíes; surgió de agrupaciones islámicas relacionadas con los Hermanos Musumanes y siempre ha sido autónoma del Likud, aunque no es descartable que aceptara ‘donaciones’ de éste, pero creo que sin contrapartidas sustanciales. Simplemente al Likud le veía bien una división del movimiento palestino que debilitara a al´Fatah y al PDLP y FDLP, sobre todo teniendo en cuenta que éstos llevaban a cabo acciones armadas y Hamas se dedicó en sus primeros años, aunque apoyara la primera intifada, al insertarse en la sociedad civil prestándola servicios sociales. Además, los gobiernos del Likud veían que la OLP, por su laicidad, era más próxima a occidente que Hamás, un grupo fundamentalista yihadista. En cualquier caso, si es que hubo alguna financiación previa, Israel no volvió a darle dinero a Hamás después de su triunfo en Gaza (al tiempo que, tras los acuerdos de Oslo, la ANP se volvió una sumisa sirviente del Estado sionista).

Que Hamás es un invento de Netanyahu, y que éste les haya teledirigido, llegando a decirse que los atentados del 7-O se cometieron con el visto bueno del Likud porque favorecía su estrategia, además de ser, creo, erróneo, le viene muy bien a la prensa progre que acepta el Estado étnico sionista pero deplora al gobieno actual de extrema derecha, añadiendo unas gotitas de conspiranoia, que nunca vienen mal cuando el conspirador es malo, esto es, de los otros. Hamas quizá perpetre actos terroristas -la guerra de los pobres, de los sin Estado- pero es el único partido que representa, con el que se identidica, el pueblo de Gaza.








jueves, 2 de octubre de 2025

 

La prensa progre, cada vez más alicaída ante la asimétrica polarización mundial, es lo que tiene. Asociada a una socialdemocracia en lento derrumbamiento, sin ideas, sin otro proyecto del 'virgencita, que me quede como estoy' o ese supuestamente pragmático mal menor que, en realidad no es sino decelerar una marcha hacía la extrema derecha -ni siquiera, detenerla- que consideran, aunque no lo digan, inevitable-: "si nos vamos, viene el fascismo'. No el fascismo va a llegar y os va a pasar por la piedra, como en la Alemania de los 30s del XXI, porque en todo momento os habeis negado a movilizar al pueblo contra el capitalismo (para ser justos, habeis hecho un magnifico trabajo desmovilizando al pueblo para salvar al Capital, con el resultado de que buena parte de ese pueblo se ha echado en manos del fascismo).

Esta mañana elDiario.es,, en colaboración con The Guardian -dos diarios típicos de la prensa progre-, titula 'Milicias de Gaza apoyadas por Israel amenazan el nuevo plan de paz de Trump'. El texto así intitulado no aporta nada que ya no sepamos, lo que importa es que reafirma, refuerza, el relato sobre 'el conflicto'. Y, sin embargo, no es falso lo que proclama. En efecto, el gobierno israelí dirige unos pocos grupos armados palestinos, el más importante de los cuales es el de Yasser Abou Shabab, un nómada condenado por tráfico de drogas y antiguo miembro de Al-Fatah, que cuenta, dicen, con unos ¡cien! milicianos. Se trata de grupos que, por el momento, son radicalmente anti-Hamas, pero que podrían mutarse en pro-Hamas si así lo decide Netanyahu. Hasta ahora habían acusado a Hamás de anteponer sus intereses a los del pueblo gazatí, permitiendo su masacre, pero igual pueden convertirse en más extremos que nadie, denunciar a Hamás  por traidor si acepta el plan de paz y hacer como si lucharan por boicotearlo. Y, en alguna circunstancia, no es imposible que los israelíes les hicieran jugar ese papel. No olvidemos que Netanyahu y Trump se fundieron en un abrazo al hacer público el plan de paz, pero, vuelto a Israel, el muy despreciable primer ministro, con la presión añadida de Smotrich y Ben-Gvir, y buena parte de la población judeo-sionista, ha dejado claro que se opone a varios puntos del plan.

Vuelvo al relato. A un relato progre que se alinea con el establishment convencional: el de los gobiernos de los países del Norte Global y ... de Trump (que parece obsesionado con el Nobel; ombliguismo e irrealismo). Los progres de estos países se han lanzado a aplaudir con las orejas el Plan de Trump, eso sí con alguna objeción -al fin y al cabo lo del mal menor es lo suyo- pero considerándolo un excelente punto de partida que Hamas tiene la obligación de firmar. Un plan que avanza decisivamente hacia la destrucción, via exterminio y destierro, del pueblo palestino y de Palestina como nación no étnica, es decir, parte de un Estado plurinacional, sin dominaciones entre etnias. Así, si no traga con las ruedas de molino del plan, Hamás, o una fracción de Hamás, será nuevamente tildada de terrorista nata y quienes apoyen su decisión, de dogmáticos o fanáticos, cuando no corresponsables de la futura muerte, en su caso, de multitud de gazatíes. Luego, la prensa progre publicará a colaboradores sinceramente comprometidos hasta las cachas con la libertad de Palestina; bonita coartada, pero la línea editorial es la línea editorial. Por cierto, no sé que hace Olga Rodriguez en elDiario.



Tremendo, aunque previsible, lo de la Flotilla Sumud. A la espera de noticias. Es terrible tener que decir que siendo enormemente valientes los miembros de la flotilla, van a ser necesarios muchos más valientes y mucha más valentía.


miércoles, 1 de octubre de 2025

 

Marx, y cualquiera que entienda dialécticamente el materialismo histórico, sabe que la historia nunca se repite. Se cita (mal) el '18 Brumario de Luis Bonaparte' , donde el de Tréveris diría supuestamente lo contrario. Pero, al igual que Hegel, sólo se refería a hechos concretos y personajes que "aparecen, como si dijéramos, dos veces". Es decir, que es como si dijéramos algo de una apariencia. No se repiten, pero tienen algo en común (y otros rasgos muy diferentes). Ahora, se ha puesto de moda decir que la historia no se repite, pero rima; no deja de ser una gracieta en la que la teoría es sustituida por la ocurrencia. Muy propio de nuestro tiempo, esa visión tan trivial del postmodernismo que no ha leído a Foucault, Butler o Said. 

Lo que sí se repite, por supuesto, son formás de actuar en el marco de la hegemonía del momento. Así, esto que se está viendo con la propuesta de 'paz' de Trump, se ha producido mil veces, mutatis mutandis: un chantaje que toma la forma de un acuerdo donde lo que se plantea como armisticio es realmente una capitulación. Y el establishment occidental, todos sus políticos y sus media se lanzan apresurademente a disfrazar esa capitulación, el rey esta vestido con los más lujosos ropajes; si le ves desnudo, es porque eres un extremista, o un terrorista, o un lunático. O peor, un radical.

Analícemos brevemente el texto de Trump y Netanyahu (que, por cierto, éste interpreta 'a su manera').

Previo a los puntos de acuerdo, debo señalar la mayor: tal acuerdo es entre Netanyahu y Trump, es decir entre una parte del conflicto y una archiparte que se situa como regidora de las dos partes, la presente y la ausente; no entre las partes enfrentadas. El documento emanado de ese acuerdo se presenta, despues, a la otra parte a manera de trágala: tú aquí no discutes nada, ni tan siquiera matizas tal o cual punto, tú lo tomas como un contrato que te compromete o, si no lo haces, te aniquilamos. No hay pacto alguno entre partes, solo imposiciones que surgen de una derrota. 

El 'pacto', que no es tal sino un ultimatum, se va a llevar a cabo con unas consecuencias bélicas y geopolíticas trascendentales, pero como dije, tiene también una componente ideológica en absoluto menor. Se trata de remachar el relato sionista del 'conflicto' -por favor no llamadlo genocidio, ni masacre, ni limpieza etnica colonial- de modo que permita justificar un exterminio con el argumento de la falta de realismo y sensatez de los palestinos. Así, según los puntos 4 y 5, la resistencia gazatí tiene 'rehenes' e Israel, 'prisioneros'. No parece sostenerse aquí que lo que hay es una 'guerra', pero se insiste en llamarlo 'guerra Israel-Hamás', ¿una guerra entre un Estado y un grupo terrorista (segun los sionistas)? No hay mucho rigor en ello, pero 'guerra' suena mejor que 'matanza en masa', es como más simétrico, y, al fin y al cabo, la terea de los media occidentales es hacer comulgar con ruedas de molino, como si fuera la opinión pública, a unas poblaciones sometidas e indefensas. Hay que vender que Israel tiene, siempre ha tenido, razón y que, por tanto, el plan es justo y, más aun, generoso con Gaza.

Los puntos 10, 'Plan económico centrado en la inversión extranjera' y 11, 'Zona económica especial', teniendo en cuenta quien prevé el propio texto que gobierne la Franja, dejan la alfombra extendida para poner en marcha el sueño húmedo de Trump de hacer de Gaza una zona de hoteles y resorts para millonarios.

En todo caso, los puntos anteriores van a ser implementados por quien tenga el poder, de modo que tanto pueden da lugar a un realidad como a su contraria. Lo que plantea el 'Pacto'  es, ante todo, una cuestión de poder sobre Gaza en particular y sobre las pretensiones de palestionos e israelíes en general. ¿A quien va dirigido el 'pacto?, ¿quien tendría que firmarlo (ademas de Netanyahu, que lo hace suyo al tiempo que afirma que se pasa el punto19, 'Futura creación de un Estado palestino', por la entrepierna. El destinatario es Hamás, a no ser que, ante una negativa de esta organización, se sublevara la población de Gaza y los destituyera. Muy poco probable, y no por falta de quintacolumnistas palestinos pagados por Israel.

La propuesta a Hamas es un mero vae victis. Sencillamente, debe desaparecer y entregar Gaza a una extraña administración tecnocrática supervisda por un no menos extraño Consejo de Paz, presidido por Trump y con ¡Tony Blair! de segunda espada. A cambio, de su autodisolución, la entrega de aemas y la destrucción de sus infraestructuras, Hamás se beneficiaía de una amnistía para sus miembros en la que yo, dada la catadura de los proponentes nn confiaría mucho. Aunque no queda claro, se supone que los ex militantes de Hamás no podrán participar, y menos aún colectivamente, reducidos así a un ostracismo infinito. 

En lo que se refiere al pueblo de la Franja de Gaza -dando por sentado que su movimiento de resistencia se halla dirigido por Hamás, con la, cuando menos aparente, aquiescencia de los gazatíes - el gran beneficio de la pax trumpiana es, claro, que dejarán de asesinarlos durante un tiempo, que, por el momento, podrán comer y beber; y dormir sin la angustia de saber que quizá esa noche sea la última. No es poco, precisamente, y a ello debe achacarse que Hamás no haya respondido de inmediato con una negativa rotunda. Es más que un chantaje, es un 'quieto o te mato', pero así son los hechos. Más pronto que tarde, si se acepta el plan, el Estado sionista continuará con su objetivo estratégico, la limpieza de árabes del Eretz Israel. La accion conjunta de las FDI y ese fantasmal Consejo de Paz, con la colaboración impagable pero pagada de Al Fatah, ese ente de cipayos corruptos de colonislismo, conseguirán, o intentarán conseguir, el abandono de la mayor parte de la población de Gaza -y despues viene Cisjorfania-, arrojados por sus condiciones de vida a Líbano o Egipto, Estados que son fieles sirvientes de USA-Israel; en Gaza quedarán sólo los árabes -ya no palestinos- necesarios para limpiar los lujosos hoteles de la zona y servir bebidas en las cafeterías,

Aunque la presión es fortísima, no creo que Hamás firme esta paz, y, si lo hace, provocará, supongo, una escisión interna de muy difícil control. Ahora es el momento en que la movilización mundial, que costó poner en marcha pero que ya ha conseguido una muy relevante extensión y velocidad, de un paso adelante y se enfrente a sus gobiernos y al imperialismo de USA que, cuanto mayor es su decadencia, más amenaza la precarísima paz mundia; con todas la armas que posee, con la desobediencia civil y la violencia contra las cosas. No es baladí lo que está en juego: la consecución, 77 años después, del tproyecto colonial sionista.


martes, 30 de septiembre de 2025

 

Toda capitulación implica la paz entre los contendientes. Claro. No creo  que Hamás firme el, ridículo en sí, 'plan de paz' de Trump. Un plan de paz que implica la disolución de la única fuerza organizada que se opone al colonialismo genocida de Israel, y, a medio plazo, la culminación de la limpieza étnica llevada a cabo por el Estado sionista. Todo ello con el mando a distancia en manos de Trump (o, al menos, eso es lo que él cree). Si Hamas lo rechaza, Netanyahu se sentirá con entera libertad para masacrar lo que queda de Gaza y sus pobladores. Es posible que tal coyuntura sea un punto de inflexión y conduzca a la movilización de los pueblos del norte y del sur global. Quizá,

Nota: Cuando hablo de pueblos no incluyo a las partes de las poblaciones constituidas por miembos de las clases dominances ni a los vasallos del poder hegemónico. Quedamos bastantes para constituir pueblo.


Planteando cínicamente la situación, o sea tal como la plantean nuestros insoslayablemente psicópatas políticos políticos profesioales, el 'plan de paz' es el escudo que Trump emplea para permitir sin ambages a los sionistas cumplir su onjetivo final: seguir asesinando  a palestinos hasta que los que queden vivos se exilen a cualquier otro lugar. "Ah, ahora protestan, pues que hubiesen aceptado el plan de paz'. La única y mínima satisfaccion es verle el culo, una vez más, a Pedro Sanchez, el gran adalid de ocidente en la defensa del pueblo palestino, quien se ha apresurado a aplaudir (y acatar, of course) el plan de su jefe.


lunes, 29 de septiembre de 2025

 Todos los nacionalismos no anticoloniales tienden al fascismo. Lo mismo vale para las naciones semicoloniales con Estado respecto a la metrópolis imperialista.


lunes, 12 de mayo de 2025

120525

 
Tres manifestaciones en Madrid este último fin de semana (alguna más, pero centrémonos en ellas). Un buen mapa del clima político de la capital del Reino -y, no exactamente, de otras zonas del mismo-.

- Una, mayoritaria de derecha a la española (PP) y extrema derecha (Vox). Pese a que los grandes partidos, PP y Vox, se echaron a un lado en la convocatoria - probablemente si hubiesen convocado y organizado directamente la manifestación, habría ido más gente- la afluencia es potente, unas cuarenta mil personas que vienen a confirmar lo que ya dicen las elecciones recientes, que la mayor parte de la población de Madrid es de derechas y cada vez más derechista. Poco joven.

- Una manifestación alternativa, abiertamente en contra del establishment político, que no puede tildarse de escasamente afluida. Más o menos, la mitad de la anterior, contando con el silencio de prácticamente todos los medios. Una manifestación que si, seamos pesimistas, no marca un futuro político, sí ostenta un anclaje moral: rechazo radical del genocidio sionista sobre el pueblo palestino y de la connivencia activa de la UE, incluída España, con la terrible masacre. Y, de paso, un toque de atención acusadora del inmenso tartufismo europeo que postula una especie de absurdo keynesianismo de guerra sin guerra, de rearme que se avergüenza de su nombre. Mucho joven.

- Una concentración de poco más de mil personas que, curiosamente representan lo que aun hoy en día es la política mainstream, la de la UE y el gobierno español. El ridículo soporte de un mundo que se acaba, hundido en y por su propia estupidez y putrefacción. Creo que apareció bastante gente en la tribuna y hubo diversas consignas, patéticos unas y otras, pretendiendo defender un mundo y unos valores que, si siempre fueron falsos, ahora muestran su estrepitoso naufragio. Podrían haber empezado clamando 'Viva PRISA' y, a continuación, disolverse por los baretos del Centro. Ningún joven, si exceptuamos al inmigrante que vende cervezas.

jueves, 17 de abril de 2025


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La Corte Suprema del Reino Unido ha decidido que cuando la ley de Igualdad británica del 2010, que regula las condiciones de no discriminación y violencia, habla de mujeres se refiere a “una mujer biológica y un sexo biológico”, frente a la interpretación de dichas palabras por el gobierno escocés. Desde una perspectiva de rigor conceptual habría mucho que analizar, pero las consecuencias fácticas -al fin y al cabo, lo que importa- son claras: se asocia género (un término que queda enormemente devaluado) con sexo biológico -"ha nacido un niño” o “ha nacido una niña”, como categoría primera y esencia-, y el tránsito    M a H y H a M es ínútil, los que habrían recorrido el primero son mujeres y mujeres serán, y los del segundo son hombres y hombres serán. Munición para la transfobia. No hay más que ver lo contenta que está J. K. Rowling. Y, por supuesto, un avance de la derecha contra lo que llama “woke” en su ‘guerra cultural” para imponer la reacción.

Dejando a un lado a Rowling y su curiosa obsesión, la demanda contra el gobierno de Escocia fue llevada a cabo por una organización feminista, For Women Scotland, y apoyada por una parte no desdeñable de los grupos feministas británicos. La Sentencia, y el jolgorio feminista subsiguiente, no son síntoma de la ‘diversidad del feminismo’, sino de una grave fractura en su seno, fractura que no deja de existir por pretender ignorarla. Y tampoco sirve de gran cosa poner etiquetas del tipo de ‘feminismo burgués’, ‘feminismo institucional’ o ‘feminismo antitransfobo’. En mi opinión, hay un feminismo que es mayoritario en los media constructores de la opinión pública, que, aunque defienda posiciones izquierdosas, y aún explícitamente contrarias a la transfobia, aunque cuestione la unión inconsútil género-sexo biológico, sitúa a la categoría ‘mujer’ como centro de su política, y consciente o inconscientemente, la lucha antipatriarcal -sé que simplifico, porque habría que examinar en profuncidad el concepto de patriarcado y su relación con otros sistemas de dominación-. Es posible que el feminismo blanco occidental deba decantarse hacía una lucha radicalmente interseccional, como creo que hacen los feminismos decoloniales, o permanecer sine die en la dinámica de escaramuzas del presente, en la que la inmensa mayoría de los medios de creación de cultura para masas ya ha tomado partido: despojar al feminismo de sus elementos queer. 


lunes, 14 de abril de 2025



140425


Hace una semana, en un acto de Podemos, Ione Belarra ‘propuso’ a Irene Montero como cabeza de cartel ante unas supuestas elecciones generales no remotas. Su lema de campaña se centraría en el ‘no a la guerra’ (a saber lo que pasara dentro de año y medio) y encabezaría una especie de plataforma de todos los apelados por tal eslogan. Ovación. Proclamada. Este finde ha tenido lugar la V Asamblea de Podemos -sí, como aquellas de Vista Alegre, pero ahora en el Pabellón de Convenciones de la Casa de Campo, que es mucho más chico-. Había una sola candidatura, liderada por Belarra. Salió, claro. Asimismo, se aprobó un documento político, en el que, con mucha palabrería mediante, se viene a oficializar el devenir de sus posiciones políticas tras la exclusión del gobierno que sucedió a la elecciones del 23 de julio del 2023. 

Desde ese momento, Podemos radicalizó mucho su lenguaje, sobre todo en cuanto a la calificación del PSOE, del Gobierno y, en particular, de Pedro Sánchez. La guerra de Ucrania les brindó la oportunidad de mantener una posición clara de denuncia de la OTAN que chocaba con el relato del gobierno, o sea, el relato de USA y la OTAN. Para su mayor beneficio, Podemos podía acusar a Sumar y compañía que, al formar parte del gobierno, no estaba en condiciones de oponerse a él. Y no sólo lo hacía, sino que redoblaba su crítica poniendo en cuestión que Sumar y compañía discrepasen, por su ideología o, mejor, por su falta de ideología, de las tesis otanistas-gubernamentales. Aunque esté de acuerdo, no debo pasar por alto la utilización de este hecho-suposición para barrer pro domo sua. Y, sobre todo, la ley del embudo que manejan. Lo que vale para unos no vale par otros similares.

Podemos parece olvidar que hace unos pocos telediarios estuvo en el gobierno y la realidad de su intervención en él es equiparable a la de Sumar; tan sólo que cuando Sánchez adoptaba medidas de derechas, Yolanda envía mensajes un poco dolidos, pero amorosos, y Pablo ponía cara de enfado. La única iniciativa real mínimamente rupturista fue la ley del ‘sí es sí’ de Irene Montero y ya sabemos lo que fue de ellas; de la Ley y de Irene.

Es de una enorme hipocresía que Belarra diga, en el discurso de clausura de la Asamblea de Podemos que “[Dentro del gobierno] … demostramos que el gobierno no tiene porqué ser un espacio de poder al servicio de los que mandan sin presentarse a las elecciones, que el gobierno puede ser también un espacio de disputa, una herramienta al servicio de las clases populares”. No demostraron eso, sino todo los contrario. Es invendible la idea de dos gobiernos ‘de coalición’ consecutivos, uno con Podemos, de carácter progresista, y el segundo con Sumar, reaccionario. No cuela, Belarra.

Estoy de acuerdo con las críticas a la guerra de Ucrania, incluso concuerdo en que la respuesta de la UE al desenmascaramiento del conflicto realizado por Trump debe ser denunciada. No con su análisis de 'política de guerra', que en mi opinión es una política de rearme y militarización sin guerra que pudiese justificarla, una política parcialmente basada en el keynesianismo de guerra a mayor ganancia del complejo militar-industrial europeo y yanqui. Pero, bueno, me quedo en que coin

Otro planteamiento, estratégico, con el que mantengo diferencias, es acerca de la UE. En el Documento Político aprobado en la V Asamblea, se efectúan unas críticas muy severas y acertadas de la misma y su política de rearme y a la connivencia con el geocidio de los palestinos, pero siempre se culpa a las ‘élites europeas actuales’, y se acaba diciendo que: “… Podemos abogamos por cesar inmediatamente el seguidismo español y de la Unión Europea a la voluntad imperialista de los Estados Unidos a través de la OTAN”. Es decir, abogan por un cambio de política de la UE, como si la UE no hubiera sido desde sus inicios un proyecto imperialista tutelado por USA y en los últimos años hubiese desviado su rumbo. Ya he dicho en otros posts que no hay otra salida que demoler la UE existente y en un futuro, que podría ser más o menos lejano (o quizá no existir) replantearse una unidad europea de los pueblos sobre bases muy diferentes, no capitalistas en ningún caso. No ignoro que ello implica volver a los Estados y que la situación se volviera aún más chunga. Pero ante el avance del fascismo en todos los territorios europeos, ello es: a) Muy probablemente inevitable; b) La única posibilidad de un movimiento popular revolucionario que “niegue lo existente”.

Mientras tanto, ya he dicho que no confío en Podemos y, también, que me parece la única opción institucional no directamente despreciable, sin más. Sin embargo, Podemos debería abjurar sinceramente  -y, no estaría mal, con una autocrítica (ya sé que el término suena a cachondeo, pero existir, existe)- de su trayectoria en el gobierno, sin posibilismos ni malminorismos. Esto se plasmaría en que sería lícito, en mi opinión, que Podemos formara una coalición gubernamental con el PSOE en la que ostentase, como mínimo, el 40% de los miembros del gobierno y carteras fundamentales, además de vetar a torturadores como Grande Marlasca y a gentuza ideológica como Robles. Unicamente así Podemos estaría en condiciones de que el gobierno no fuese abiertamente de derechas, como ha sido desde que lo dirige Sánchez en coalición con su ‘izquierda’.

Por otro lado, sé que mi requisito mínimo es irreal, ni Podemos va a crecer electoralmente hasta conquistar esa relación de fuerza con el PSOE, ni el PSOE aceptaría una relación de fuerza con Podemos, ni con nadie, que le impidiera implementar su política, táctica y estratégicamente, de derechas. El PSOE sólo busca unos cuantos votos y, si no hay otro remedio, un 'socio' de gobierno muy minoritario y subordinado a él.


jueves, 10 de abril de 2025

 110425


La Audiencia de Barcelona ha fallado en contra del recurso de la Fiscalia de menores de Barcelona para secuestrar cautelarmente la distribución del libro de Luisgé Martón sobre Jose Breton, el doble filicida. Ya el juez de primera instancia había rechazado la cautelarísima de la Fiscalía, lo que habilitaba legalmente a la editorial Anagrama a poner a la venta el libro. La Fiscalía recurrió a la Audiencia la decisión del juez ordinario. Por su parte, Anagrama, renunció ‘indefinidamente’ a la publicación de ‘Odio’ 
ante el primer fallo, y, ahora, tras el segundo, continua erre que erre. Y ello, pese a que la Audiencia ha reprochado a la Fiscalía que su petición “corre el riesgo de incurrir en la censura previa”.

Esto es, lo que no consigue una Fiscalía populista lo hace una editorial progre: franquismo. La censura previa a la puesta al alcance del público de una obra de arte es una característica no irrelevante del franquismo, y de todos los fascismos, en general. Un atentado contra la libertad de expresión. De libro, valga la redundancia.

Anagrama había leído el libro, y supongo que con toda atención dada la previsible notoriedad polémica que alcanzaría, y no encontró nada púnible, ni legal (que no lo tiene) ni moral, contra él. Es, buena o mala, literatura. Y después se echa hacía atrs, no por consideración ética alguna, sino para hacerle el juego, de facto, a la ola punitivista reaccionaria que asola la tradicional cultura liberal. Ellos sabrán, para mí Anagrama, pese a su impresionante catálogo, es una editorial teñida de franquismo. De hecho, creo que muchos autores editados por ella deberían protestar de algún modo. Especialmente, los más críticos, que pueden constatar la inanidad real de sus alegatos y propuestas. Más aún, si le quedase un poco de vergüenza Anagrama debería ceder sus derechos sobre el libro a otra editora dispuesta a publicarlo. Seguro que hay unas cuantas. En todo caso, como dicen los yanquis: shame on you, Anagrama.

Sigo pendiente de exponer mi opinión sobre lo que es quizá el punto más importante: la construcción de un discurso específico de nuestro tiempo sobre las victimas, más exctamente, la victimización y au asimilación por el feminismo, o por los feminismos (algo que no tengo aún claro: si es un rasgo común a todo feminismo o solo a algunos feminismos).


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Con la medida que ha adoptado Trump de establecer una moratoria de 90 días a su agresiva política arancelaria parece que tenía razón en mi post del pasado 6 de abril, en el que planteaba que Trump pretendía asustar a los Estados que comercian, directa o indirectamente con USA (es decir, a todos), sigioendo una especie de doctrina del shock para negociar uno a uno con ellos en términos claramente coloniales, en donde se incluiría no sólo el comercio, sino también su ‘seguridad’. Pero hay un, inmenso, problema, nada sorprendente, por cierto: que esas medidas excluyen explícitamente a China, a la que USA ha impuesto un arancel ya no sé si del 100%, del 125% o del 1.000.000%, da igual, el hecho es que se suspenden las importaciones desde China. Junto al arancel de China -de momento, un 124%- a las importaciones de USA, lo que vemos es una suspensión del comercio directo, y veremos del indirecto, 
entre China y USA, as dos primeras potencias económicas mundiales. Por supuesto, ahora habrá que esperar la contra-contra-contra reacción del gobierno chino . Seguro que será más meditada, pero eso, hic et nunc, no garantiza nada.  medio plazo, será también radical. Quizá supone el banderazo para, ahora sí, la reconfiguración sustancial del orden económico -y político- internacional. Mi impresión es que Xi buscará ganar tiempo, pero ya veremos.


martes, 8 de abril de 2025

 

080425


La UE ha ofrecido a Estados Unidos un plan arancelario “cero por cero”, dijo el lunes la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. Qué graciosos los burócratas de la UE, quieren reeditar el ttip, abortado precisamente por Trump en su primer mandato, y lo más que pueden conseguir es un nuevo tratado de ‘libre comercio’ totalmente leonino en beneficio de USA. Lo que sí parece claro -y no digo que me parezca mal, podría ser el principio del fin- es que la EU no va a iniciar una guerra arancelaria con USA. Muchas son la inercias y los chantajes. 

En este entorno, me parece totalmente loca la amenaza de Trump de añadir un 50% a los aranceles que ya tiene con China. Desafío total, como la peli. Supongo, con amplias dudas, que será un farol (más).




domingo, 6 de abril de 2025


060425


A corto y medio plazo -luego, nos moriremos, que decía Keynes- no veo, busque por donde busque, y por vueltas que le dé, more Varoufakis, a la compleja temática del valor del dólar, y de su mantenimiento como divisa mundial ultrahegemónica, que la política tarifaria de Trump no sea, en el ámbito económico, un tiro en el pie. Además de algo forzada en su 'justificación', porque Trump siempre habla de déficit comercial y nunca del déficit de bienes y servicios. Y hay gente, dentro del MAGA original, si no en hacerse, con Trump, en sustituir la influencia actual de los muchimillonarios: los techno bros, el complejo industrial militar, las multinacionales de la energía fósil y, con reservas, Wall Street. Tarea, creo, imposible, pero que puede acabar con Trump.

Por ello creo que las medidas tarifarias son un elemento táctico, un instrumento si se prefiere, en el contexto de la geoestrategia trumpiana, donde, sí, ha hecho estallar la anterior política internacional neocons. Hablamos, pues, de poder. Trump pretende, no sé si a corto o medio plazo, porque es un tipo muy impaciente y se cree todopoderoso, un esquema bipolarc con USA a un lado, China a otro y Rusia neutral (si no puede, incluso, atraerla a la fracción de USA con un estatuto especial). Si llegara a conseguir ese escenario, Trump o sus sucesores entrarían ya en una visión básicamente bélica. Un posible Armaggedon con China, muy favorabe a USA.

¿Cuál es, entonces, la función de las tarifas? Emplearlas como un arma, entre otras, en una nueva situación internacional donde, en el espacio hegemonizado por USA, se acaban los tratados multinacionales de libre comercio, esté o no ahora USA como miembro. La idea trumpiana es establecer un tipo de colonialismo a la inglesa, en el que USA establece unas relaciones económicas, y políticas, con cada país, sin que entre esos países haya una relación directa, sólo indirecta pasando por USA. Aunque no le copié la idea a, de nuevo, Varoufakis, sí le copio la imagen metafórica: la rueda de una bicicleta sin llantas, donde USA es el buje y cada Estado, un radio. Por supuesto, sobra la UE; tiempo al tiempo para que USA negocie directamente con Alemania, Francia, Italia, etc. No creo ni que se conserve ese término tan hipócrita y neocons de ‘socios’. Habrá que buscar un bonito eufemismo para ‘colonias’.

En todo caso, esto es lo que, me parece, persigue Trump. Otra cosa muy distinta es cómo le salga, lo que hagan los diferentes Estados y, en especial, China. Una guerra comercial con China, y más si ésta se hace con los BRICs (incluso, con parte de Europa) sería suicida para la economía de USA. Lo que nos conduciría a un nuevo problema, que a Trump, si se mantiene, apenas le quedaría otro ‘argumento’ que el militar.


martes, 1 de abril de 2025



010125


Parece que en la glorieuse France ha tenido lugar un acto de ‘antifascismo judicial’, dando por sentado que la sentencia del Tribunal Correccional de Paris se ajusta a Derecho; no es ese el problema. A diferencia de USA donde un tipo multidelincuente ha llegado a la Presidencia. Y de España, donde, al reves que en Francia, hay un ‘fascismo judicial’, implicado en la sagrada unidad de la patria cuando brega con secesionismos y alineado con el PP en el entorno interior. No dudo que Le Pen haya cometido el delito de malversación por el que es condenada, pero me consta que ese mismo delito de halla generalizado en todo el arco del Parlamento europeo.

Voy a ser un poco drástico, en mi opinión, el antifascismo que surgió principalmente tras la IIGM, y que tenía sus orígenes en los frentes populares, tenía más interés en impedir una revolución social que en detener a un fascismo derrotado bélicamente. Mire usted, es una de las pocas cosas que me quedan del trotskysmo de mi juventud, cuando defendíamos que el antifascismo/antifranquismo era, y solo podía ser, un subproducto de la revolución socialista. Luego vini la Sagrada Transición. Las ‘lineas rojas’ establecidas con una derecha cada vez más iliberal, en lo político (yo creo que también en lo económico, pero ese es otro asunto), ya se ha visto, se ve y se verá lo que dan de sí.

El victimismo de la extrema derecha va a ser sonado, y no creo que mejore la posición de Macrón. Por otro lado, Marine Le Pen es un activo importante de RN y Bardella parece aún demasiado inexperto. Para RN es un buen palo. Veremos como reaccionan unos y otros.

        
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Adjunto un interesante artículo, publicado en CTXT de Thomas Palley, prestigioso economista postkeynesiano. Concuerdo en su crítica a las ‘argumentaciones’ de la UE sobre la amenaza rusa, aunque me parece que pierde el tiempo refutándolas con rigor y aportando datos históricos, muy interesantes, por otro lado; en realidad, son tan ridículas que se caen por su propio peso. Asimismo, la lucidez en señalar que en el conflicto ucraniano hay un win-lose, Rusia, dos perdedores, uno enorme, Ucrania, y otro considerable, Europa, y un gran ganador, USA. No en vano ha sido ésta, primero los neocons y ahora Trump, quien ha movido a su antojo las piezas del tablero. Discrepo ligeramente en su valoración del keynesianismo militar, pero a esta temática le dedicaré uno o varios posts específicos.

sábado, 29 de marzo de 2025


290325


La problemática acerca del libro de Luisgé Martín sobre los dos terribles filicidios de José Bretón, las reacciones de la Fiscalía de menores de Barcelona, la recogida de hilo de Anagrama, que iba a poner ayer a la venta el libro y ya no lo hace, la posición de Ruth Ortiz, la madre de los niños asesinados y, en especial, las posiciones no sé si distintas o idénticas de los diversos feminismos en torno a las víctimas y la revictimización. Todo ello creo que es más que interesantes para entender nuestra época, su espíritu y sus actos. En este post, sólo un aspecto, marginal pero previo a esta caravana de asuntos controversiales (o que deberían serlo ante el impetuoso avance de lo mainstream).

Para casi todos los que desde los media progres la han tratado, la situación jurídico legal del libro es clara. Se reconoce, por supuesto, la libertad de expresión, se apunta que el derecho a ésta no es absoluto y se determina que, en este caso, hay un derecho que prevalece sobre aquel: el de la víctima; en concreto (aunque no creo que el término se halle incluido en el Código Penal), el derecho a no ser revictimizada. Bueno, creo que hay un equívoco que echa por tierra todas esas ‘reflexiones’. Nos hallamos, de facto, no ante un cuestionamiento de la libertad de expresión, sino ante una negación de la misma, algo que conocemos bien los que vivimos años en el franquismo: la censura previa. No puede haber libertad de expresión cuando no hay expresión. La jueza del caso intentó atajar, poner un poco de orden en este desaguisado, y ahora Anágrama, con su interesadísima cobardía, culmina el liberticidio.

El derecho al ejercicio de la libertad de expresión no admite matices en un Estado de Derecho democrático. Una persona puede escribir y hacer público -si tiene los medios para ello, claro, eso es ya otra historia- todo aquello que se le ocurra, hable de quien hable y de lo qué hable. Es evidente que hay una fase previa de autocensura, incluso de la existencia de lo inimaginable, pero nos estaríamos moviendo en el campo de la producción de cultura, que no es aquí nuestro tema, sino el legal. No obstante, recomiendo encarecidamente la lectura de ¿Qué es un autor?, de Foucault.

Es decir, si se respetase escrupulosamente la libertad de expresión, sólo ex post sería objetable. Y, por supuesto, esa objetabilidad tomaría la forma de un denuncia, querella, etc. por parte de la Fiscalia o de cualquier persona que se considerase perjudicada por el contenido de lo expuesto. No puede denunciarse aquello que no se ha leído, o han leído otros y nos lo han comunicado. Luisgé Martín es una persona y un escritor profesional, como persona es sujeto de derecho a la libertad de expresión -el Estado no tiene potestad legal para impedirle escribir lo que le apetezca-; como escritor, ejerce ese derecho. Tiene una idea, la desarrolla, y elabora un texto. Un texto que es conocido, entre otros, por el agente literario y la editorial, y que a nadie le ha parecido mal, o no tan mal como para denunciarlo. Obsérvese que todos los citados pueden denunciar el libro porque, aunque no esté publicado, tienen derecho a leerlo, lo han leído y piensan que contiene elementos delictivos. No es el caso que nos ocupa. NOTA1.

Ahora es cuando comienza el esperpento. Resulta que Ruth Ortiz, la madre de los niños asesinados, se ‘entera’ de que el libro de Martín habla sobre ella y envía un burofax a Anagrama instándola a que pare su salida ,puesto que es ‘ilegal’. Además, lo pone en conocimiento, supongo, de la prensa y la Fiscalia de menores de Barcelona, sede de Anagrama, toma conocimiento del hecho y hace una petición al juzgado correspondiente para que obligue a paralizar cautelarmente la publicación.

No soy abogado, pero considero, como dije arriba, que el texto de un escrito es propiedad privada de su autor y/o editorial hasta que no se hace público y se pone a la venta. Por tanto, si alguien lo ha leido e informa a Ruth Ortiz de que es tacada injustificadamente, ese alguien ha cometido un ilícito y Ruth Martín -evidentemente, los abogados de la infortunada señora- algo similar, al enviar el burofax. La conducta de la Fiscalia de menores es cualquier cosa menos escerupulosa, puro populismo punitivo. Sin conocer el texto, y basándose en un par de artículos de prensa escritos por plumillas, que tampoco deberían conocerlo, hace una petición sin complejos de censor franquista a la juez, Está, por supuesto, la desestima y la fiscalía presenta um recurso, también con medidas cautelares, para salir en los papeles. “Nosotros defendemos más que nadie a los menores, oiga”.

En mi opinión la legalidad en un Estado liberal-democrático de Derecho, sería, en primer lugar, que el libro se ponga a la venta, e inmediatamente, si es el caso, la Fiscalia de menores interponga, en base al contenido del texto, una denuncia contra el autor/distribuidora por intromisión dolosa en la intimidad de los chavalines muertos y Ruth Ortiz, una querella por lo que se cuente de ella misma y de sus hijos. De éstos, no se me ocurre qué malo o indiscreto podrá decirse, pero en fin, De la madre sí es probable que haya falsedades y ella tiene todo el derecho del mundo, además de querellarse, de pedir la cautelar de secuestro de la edición no vendida. La jueza, que seguro que para rntonces habrá leído muy bien el libro, resolverá.

A todo esto, Anagrama, tan progre ella, después de haber respondido, dese su perspectiva, adecuadamente: "Reafirmamos nuestro compromiso con la libertad de expresión”, ahora se marca unaa espantada y aplaza sin fecha, creo, el lanzamiento del libro. No es buen momento comercial, la polémica en los media con su cuasi consenso inquisitorial, el rechazo de libreriás y compradores. “¿Cómo se puede hacer eso a una madre-víctima?”, aconseja dejarlo para mejores momentos. Para cuando la justicia falle, si es que falla (a favor, claro), y la cosa esté mas tranquila. Muy propio de adalides de la libertad. Desastre absoluto del que únicamente se salva la jueza.

Próximamente, ya fuera del ámbito legal, trataré de analizar qué pasa con el sentido común de nuestro tiempo, conn su zeitgeist, centrándome en el amplio territorio político del feminismo con sus víctimas y susrevictimizaciones.



NOTA1.
Rozo aquí uno de los elementos fundamentales del Derecho y las libertades, de la democracia, dentro de este proceso hacia el totalitarismo que vivimos en lo que antes fueron regímenes demoliberales. Me refiero a la praxis policial-judicial preventiva, al Derecho penal de autor (o de enemigo) y al Derecho penal simbólico-punitivista. No es éste el lugar para examinar asuntos tan complejos y tan argumentariados por la cultura reaccionara que se va imponiendo. Pero no deja de ser un episodio más del 'road to serfdom', por copiar el título de panfleto de von Hayek, lo único que me gusta (el título) de ese siniestro lunático.



PS. or cierto, ya que es de máxima actualidad. He hojeado la argumentación del Tribunal de Justicia de Cataluña, que absuelve a Dani Alves. Está muy bien, en cuanto que es muy garantista, pero creo que se han pasado de frenada. El Tribunal Supremo (¡horror!, Marchena y Llarena) va a tener qué hilar muy fino. Fuera de lo jurídico, no tengo la menor duda de que Dani Alves, es un violador sub specie histórica.